Los habitantes de Hong Kong comienzan a derribar las torres de reconocimiento facial
Desde hace un par de semanas en Hong Kong está teniendo lugar una gran cantidad de protestas. Hong Kong pertenece a China, pero tiene su propia moneda, identidad cultural y sistema político, hasta el punto que, a diferencia del país, en Hong Kong tiene derecho a protestar, a una prensa libre y a tener libertad de expresión, o al menos durante los 50 años después de que la ciudad fuera una colonia y territorio británico devuelto a China en 1997, pero ahora los habitantes, los cuales se consideran hongkoneses, y no chinos, se están quejando de que China ya ha comenzado a entrometerse en estos derechos.
Debido a que las protestas son cada vez más sonoras, y están dando la vuelta al mundo, China sigue imponiendo aún más su poder, pasando de unas protestas pacíficas a "actos radicales y violentos de los manifestantes" según los propios medios oficiales de China, los cuales están censurando la información acusando a los ciudadanos de "indicios de terrorismo", y como si se tratara de una ciudad distópica a lo 'Watch Dog's' o digna de un capítulo de Black Mirror, el principal enemigo de los ciudadanos no es la policía, sino las recientemente instaladas torres de reconocimiento facial, donde unas cámaras de alta tecnología son las encargadas de vigilar y reconocer a la distancia a todas las personas que están a favor de estos movimientos para tomar represarías legales.
Manifestantes en Hong Kong tumban torres de reconocimiento facial pic.twitter.com/Ebydyzha5b
— El HuffPost (@ElHuffPost) August 25, 2019
Debido a ello, como si se tratara de un videojuego, ahora la misión de los habitantes es derribar estas torres para proteger a los manifestantes, lo que deja patente por qué muchas empresas o trabajadores siempre han abogado no trabajar con ninguna tecnología de reconocimiento facial para las masas, ya que con ello únicamente se consigue asustar y controlar a la población, la cual está constantemente vigilada en China como si fuera un 'Gran Hermano', por no hablar del ya tan cuestionable sistema de crédito social.
“Me parece que estamos ante nuestra última oportunidad”, explica una manifestante a las agencias de noticias. “Creo que el control del Gobierno es cada vez más férreo y posiblemente estemos ante nuestra última pelea. Soy bastante pesimista respecto al futuro. Pero quiero decir a la próxima generación que, al menos, lo intentamos”
“China no solo no quiere perdernos, sino que quiere que nos convirtamos en parte de China y que actuemos como la gente de allí, y a mí me parece que ninguno de nosotros queremos eso”.
vía: Huffington Post