Todas las compañías se han llenado los bolsillos vendiéndonos la nostalgia, salvo Sony. Quién nos iba a decir que relanzar la PlayStation original iba a ser un fracaso rotundo, aunque claro, la culpa la tiene la propia compañía japonesa, la cual puso cero esmero en su consola y buscó llegar rápido al mercado para únicamente generar billetes, lo que ha derivado en que la compañía se haya encontrado con que sus consolas no se venden y ha vuelto a tirar los precios para intentar terminar de limpiar el stock existente.

La PlayStation Classic salió a la venta por 100 dólares/euros, pero cuando a un mes de su lanzamiento ya costaba la mitad, ya se veía que Sony lo había hecho rematadamente mal, hasta el punto que en los Estados Unidos la consola ha bajado su precio hasta los 29.99 dólares / 29.95 euros, y aún así, ningún usuario está interesado en comprarla. Literalmente, la gran mayoría de los usuarios no tendría una PlayStation Classic al menos que la reglaran con los cereales, siempre y cuando estos cereales estuvieran buenos, qué menos.

Los motivos por los que la PlayStation Classic ha fracasado son numerosos, partiendo por su alto precio, un catálogo de juegos completamente en inglés, emplearon un emulador ya existente de código abierto (Sony ha denunciado a muchos de los creadores de emuladores) en vez de crear el suyo propio optimizado, el rendimiento de esta versión Mini es inferior respecto a la propia consola original lanzada en el año 1996, e incluso los juegos funcionaban mejor en la Nintendo Classic Mini, que pese a salir a la venta por 59.99 dólares (vs 99.99 dólares) ha sido mejor diseñada y optimizada, lo que permite disfrutar de una mayor fluidez.