Microsoft ya tiene lista una nueva API DirectX para permitir jugar a los juegos de Xbox One en Windows 10
La última versión Beta (Insider) de Windows 10 esconde una pequeña sorpresa, y es que junto a esta actualización, Microsoft envió algunas copias gratuitas del juego State of Decay a un número limitado de 'beta testers' invitándoles a probar el juego y que les informaran cómo se comportaba el juego, algo que resultó bastante extraño, por lo que varios usuarios decidieron profundizar qué se escondía tras esta petición por parte de Microsoft.
Para empezar, se descubrió que la forma en la que la compañía entregó estos juegos tuvo lugar por medio de los servicios de distribución de Xbox, lo que indica que Microsoft está trabajando bajo el capó para integrar su plataforma de distribución de juegos para Xbox One con los equipos Windows 10.
Por si no fuera suficiente, tras destripar los archivos del juego, se encontró un sistema de archivos .xvc enlazados a Xbox. Junto a ello, también se dio a conocer que para ejecutar el juego se instala una nueva versión de la API DirectX que integra nuevas líneas de código para hacer que el PC Windows 10 sea capaz de ejecutar el juego de Xbox. Esta API esconde el nombre de Durango, el nombre en clave de la Xbox One.
En resumen, todo parece indicar que Microsoft unificará su plataforma de juegos de Xbox con PC, y esto significa decir adiós a exclusividades, es decir, que Rockstar podría pegarse un tiro en el pie, pues los usuarios podrían terminar comprando en el futuro el Red Dead Redemption 2 en su versión de Xbox One a precio de risa, mientras que las versiones de PC a más de 60 euros se quedarían en las estanterías.
vía: TechPowerUp