Utilizan drones autónomos para repartir suministros médicos en Ruanda

Los vehículos autónomos pueden servir en muchos ámbitos para muchas tareas. Una de estas tareas es la ayuda humanitaria, ya que por medio del aire los drones controlados remotamente, o de forma autónoma, pueden acceder a lugares que, de otra forma, sería mucho más difícil. Eso mismo es lo que ha planteado la compañía estadounidense Zipline, que ya se encuentra probando su servicio de reparto de suministros médicos por medio de drones autónomos.

Zipline se encuentra actualmente trabajando en la región de Ruanda, en donde sus drones autónomos se encargan de repartir y entregar suministros médicos. Éstos pueden ser desde bolsas de sangre para transfusiones hasta cualquier otro producto médico que pueda caber y que pueda ser soltado haciendo uso de un paracaídas. Según la propia Zipline, desde que se recibe un pedido médico hasta que el drone despega sólo pasan cinco minutos, tras lo que el aparato comienza a volar de forma autónoma hasta la posición señalada.

Los aviones autónomos de Zipline pueden volar a velocidades que superan los 100 kilómetros por hora, y se utilizan este tipo de aeronaves precisamente por este factor. Los cuadricópteros, u otro tipo de aparatos de esta categoría, son mucho más lentos en este tipo de tareas. Una vez el aparato llega a la zona en cuestión, libera la carga en una caja de cartón acolchada y con un pequeño paracaídas.