China se ayuda del reconocimiento facial para evitar los subarrendamientos ilegales
China ha ideado una cerradura inteligente dotada de la tecnología de reconocimiento facial que permite al gobierno frustrar el subarrendamiento ilegal en viviendas públicas.
Como la mayoría de los países, China tiene un espacio y recursos limitados para dedicarlos a la vivienda pública para ancianos y para personas con pocos recursos que no pueden pagar alquileres a un precio normal. En muchos casos, estos inquilinos están subarrendando ilegalmente sus residencias a otras personas y el gobierno quiere tomar medidas enérgicas contra estas prácticas.
Al instalar las cerraduras inteligentes de reconocimiento facial a la entrada del edificio o vivienda, China puede comparar la información facial de los visitantes a su base de datos central para reconocer a los inquilinos y negar el acceso a extraños. Se espera que esta medida mejore la seguridad de la vivienda pública y detenga el subarrendamiento ilegal. Si una persona es declarada culpable de subarrendamiento ilegal, su información en el sistema de crédito nacional (recordemos que China ya es 'Black Mirror') reflejará sus delitos y no será elegible para viviendas destinadas a personas con bajos ingresos durante cinco años.
Además, según el informe, el sistema de escaneo facial puede vigilar a los residentes de edad avanzada, especialmente a los que viven solos. Si un residente principal no ha estado dentro o fuera de su hogar por un período de tiempo determinado, el sistema solicitará automáticamente a la administración del patrimonio que se persone en la vivienda para ver si todo va bien.
La medida es el último ejemplo de uso de tecnología de reconocimiento facial por parte de las autoridades chinas para mantener un ojo en sus ciudadanos, la cual ya está empleando dicha tecnología en todos los campos. Por ejemplo, incluso en Beijing se instalaron dispensadores de papel higiénico para uso público equipados con funciones de reconocimiento facial para disuadir a los usuarios de abusar del papel.
vía: HOCP