ARK: Survival Evolved sorprende en la Nintendo Switch, de lo malo que es, claro
ARK: Survival Evolved es un juego muy conocido, pero no para bien. Si en PC se requiere de un hardware muy potente para disfrutar de el, y en la PlayStation 4 y Xbox One no es que destaque en ningún aspecto, más allá de su mal rendimiento, lo que resulta sorprendente es que el Studio Wildcard portara el juego a la Nintendo Switch y, como era de esperar, estéticamente estamos ante uno de los peores juegos que hemos visto en años.
Para hacernos una idea, el ARK: Survival Evolved se ejecuta a una resolución entre los 360 y 432p, siendo la resolución más baja encontrada la de 304 x 170 píxeles, una resolución inferior a la que presentaba la SEGA Mega Drive lanzada en el año 1988.
Pese a esta resolución, las texturas son de las peores que hemos visto en años, y es que son todas muy difuminadas y parecen plastilina, mientras que las sombras son trozos negros que aparecen y desparecen según nos movemos.
Pese a la resolución, y a las malas texturas, el juego suele ejecutarse entre los 20 y 30 FPS, lo que deja patente que el juego ha sido capado hasta los límites con la intención de llegar a la consola híbrida de Nintendo. No hay que quitarles mérito, han conseguido portar el juego, aunque el resultado final es cuanto menos grotesco, hasta el punto de que para cargar el juego hay que esperar casi 3 minutos pese a usar una tarjeta microSD de alto rendimiento