Review: Razer Nari Ultimate

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Anunciados hace un par de meses, ya tenemos con nosotros los nuevos Razer Nari Ultimate, unos auriculares inalámbricos con sonido THX Spatial Audio y Razer HyperSense como principales características a destacar, y no son cualquier cosa.

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Veamos para empezar sus especificaciones técnicas:

Razer Nari Ultimate
Diseño Doble diadema, Circumaural cerrado
Sonido THX Spatial Audio
Diafragmas Transductores de neodimio de 50 mm
Frecuencia de respuesta: 20 Hz – 20 kHz
Impedancia: 32 ohmios
Potencia de entrada: 30 mW
Micrófono Retráctil unidireccional
Frecuencia de respuesta: 100 Hz – 6.5 kHz
Sensibilidad: -42±3 dB SNR > 50 dB
Conectividad Receptor inalámbrico USB (2.4 GHZ / 12 metros)
Jack 3,5 mm TRRS
Compatibilidad PC y PS4 (estéreo)
Autonomía 8/20 horas con/sin Razer Chroma e HyperSense
Otros Control de volumen, juego y mute integrados

Antes de comenzar la review, queremos dar las gracias a Razer por enviarnos los auriculares Nari Ultimate para su análisis. ¡Comencemos!

Embalaje y Accesorios

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Los Razer Nari Ultimate nos llegan en un embalaje de lo más original, aunque más de la mitad del espacio esté vacío.

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Abrirlos puede provocar algo de hype en los amantes del unboxing, pues todo viene organizado para recrearse en ello.

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Además de la documentación y las habituales pegatinas con logos de Razer Chroma, encontramos una pareja de cables mallados con conectores jack TRRS para la conexión analógica a casi cualquier fuente de audio y USB para la recarga de la batería.

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Razer Nari Ultimate

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Una vez extraemos los Razer Nari Ultimate de sus protecciones, nos encontramos ante unos robustos auriculares con un diseño de doble diadema y grandes cúpulas circumaurales que aparentan ser más pesados de lo que realmente son. Combinan el color negro con detalles grises, aunque no falta el toque de color RGB en el logo de Razer que decora sus cúpulas.

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Con un diseño simétrico, la única diferencia reside en el lado que cuenta con el micrófono y la organización de los controles.  la salida del cable, que como es costumbre es el izquierdo. Un aspecto destacable es que las cúpulas permiten el giro en 90º sobre la vertical, adaptándose mejor a la curvatura de la cabeza y mejorando la comodidad al apoyarlos sobre los hombros.

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Mientras que la diadema exterior está fabricada en acero, la interior cuenta con un almohadillado interno y un recubrimiento de cuero/tela para mejorar su diseño y ergonomía, permitiendo además la autorregulación en altura.

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Ambas cúpulas ofrecen un diseño similar al de otros modelos de la marca con un mallado que no permite la salida del sonido, por lo que son cerrados.

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Desde el lado interior de las cúpulas podemos apreciar las gruesas almohadillas rellenas de gel refrescante (o eso dicen) que son rematadas en cuero sintético a su alrededor, pero en la zona de contacto con las orejas son de una suave tela que siempre ayuda frente al sudor. Estas ofrecen unas dimensiones con un diámetro exterior de unos 100 mm e interior de unos 60 mm, por lo que incluso las orejas más amplias deben caber sin problemas.

Tras la tela transpirable del fondo se esconden unos drivers de imanes de neodimio con 50 mm de diámetro que se combinan con unos drivers Lofelt L5 hápticos bajo la tecnología Razer HyperSense. ¿En que consiste esto? Pues en que mientras los convencionales reproducen un rango de frecuencias “convencional” de 20 Hz a 20 kHz, los Lofelt L5 generan una vibración de hasta 4.3 G para potenciar las frecuencias graves de entre 20 Hz y 200 Hz, dando una sensación de inmersión mayor al hacernos vibrar la cabeza.

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Disponemos además de un micrófono retráctil unidireccional, el cual trabaja en frecuencias de 100 Hz – 6.5 kHz con una sensibilidad de -42±3 dB con un ratio SNR superior a 55 dB, aunque dichos parámetros dicen poco de su calidad, que analizaremos luego.

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La cúpula derecha, integra el control de volumen y el receptor USB, pues la conexión principal es inalámbrica al PC o PS4, solo ofreciendo el sonido THX Spatial Audio en la primera. ¿Qué significa ese nombre? Básicamente, sonido posicional en una esfera que gira sobre nosotros en 360º, por lo que promete incluso posicionar el sonido en el eje vertical.

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Por su parte, la cúpula izquierda cuenta con el jack de audio para usarlos con fuentes analógicas, un conector micro-USB para la recarga de la batería, el botón de encendido, un control de volumen entre juego y chat y muteo del micrófono.

Software

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Como es habitual, el control del producto se hace desde el software Razer Synapse, el cual unifica todos los dispositivos de la marca.

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La pestaña Mezclador permite elegir que aplicaciones usan el sonido THX Spatial Audio, puedo dejar nuestro reproductor musical en estéreo para que esta llegue impoluta a nuestros oídos. También nos permite comprobar y calibrar el sonido de los 7 satélites virtuales que nos rodean.

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Mejora tiene 4 controles a comentar. Por un lado, tenemos el refuerzo de graves, un “simple” ecualizador que potencia estos sobre el resto de bandas, aunque personalmente me parece que ensucia demasiado el sonido. Claridad de voz tampoco termina de convencernos, pues más que hacer su trabajo lo que hace es potenciar los agudos. Normalización del sonido permite que todo suene con similar potencia y no que unas aplicaciones lo hagan más fuertes que otras. Pero el control más importante es Intensidad Háptica, pues de él depende la facilidad con la que se activan los drivers de vibración. Personalmente, este último lo he dejado al 20%, pues por encima de ese valor me resulta abrumador más allá de los primeros minutos.

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Como no podía ser de otra forma, disponemos de un ecualizador de 10 bandas con modos predefinidos.

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La pestaña de micrófono permite, además de ajustar el volumen de captura, activar algunas mejoras como la reducción de ruido, la normalización del volumen o la claridad vocal. Lo probaremos en la siguiente sección.

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Otra pestaña que no puede faltar en un dispositivo Razer es la de Iluminación, la cual permite controlar la intensidad, el color o el efecto del mismo, así como apagarla.

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Por último la pestaña Alimentación nos permite elegir tras cuanto tiempo se apagaran automáticamente los auriculares.

Pruebas

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Conectamos los Razer Nari Ultimate a nuestro PC de pruebas usándolos para escuchar música en FLAC/MP3 320 kbps y otras tantas jugando a Battlefield V.

En primer lugar, para la música, hemos de decir que la función háptica se puede hacer bastante pesada. Si escuchamos música con graves potentes, la cabeza no parará de vibrarnos como si estuviéramos en la discoteca, lo cual puede ser interesante si tenemos ganas de fiesta, pero abrumador para escuchar música tranquilamente en casa. No es que no pueda usarse, pero personalmente prefiero dejarla a un lado para estos menesteres.

Sin ella, hemos de decir que la configuración por defecto con el ecualizador plano carece notablemente de graves, siendo los medios la frecuencia más realzada. Con gran seguridad, tendremos que realzar graves y agudos en su ecualizador para obtener un sonido más natural, pues es demasiado frío de fábrica, aunque la vibración se encarga de ocultarlo. Ya con esos toques de ecualizador, la música suena de maravilla, con claridad y contundencia, como debe ser.

Centrándonos ahora en juegos, hemos de decir que la experiencia en Battlefield V es brutal. Es el momento de activar de nuevo la función háptica y darle volumen al sonido para vernos inmersos en la batalla. Aquí si que se disfruta del HyperSense, pues transmite a nuestra cabeza la vibración de las explosiones, mientras que el THX Spatial Audio nos ofrece un sonido 3D sensacional para posicionar a la perfección al enemigo a nuestro alrededor.

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Toca hablar de su ergonomía, un aspecto muy importante en largas sesiones de juegos y dónde se comporta a la perfección, pues tras unas 3 horas de uso continuado no sentimos molestias o pesadez alguna. Lógicamente depende de la cabeza de cada persona, o incluso de las orejas, pero en líneas generales deben resultar cómodos.

Su autonomía es uno de sus puntos fuertes, pues en un uso mixto de juegos y música activando o no la función HyperSense, hemos logrado superar las 10 horas sin problemas.

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Por último, debemos comentar que el micrófono cumple su cometido, pero no de forma excepcional, mientras que los efectos de “mejora” no terminan de convencernos. Podéis escuchar su prueba de sonido aquí, y del resto de modelos analizados en este otro link.

Conclusión

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Los auriculares Razer Nari Ultimate son quizás el modelo más prestacional lanzado por la marca hasta el momento, pues a su conectividad inalámbrica se le suma el THX Spatial Audio y el Razer HyperSense. Sobre la primera tecnología debemos decir que recrea a la perfección el sonido envolvente virtual en juegos como Battlefield V, pero no es algo que no hicieran otros modelos de la marca sin esa etiqueta, que parece más marketing que otra cosa. Por otro lado, la tecnología háptica es un extra que puede gustar o no, pues personalmente se me hace demasiado pesada para música, pero ideal para juegos al darnos mayor inmersión. En cualquier caso, la calidad de sonido de sus drivers principales es muy buena, aunque vengan algo fríos ecualizados de fábrica.

Podemos encontrarlos a la venta en tiendas como PcComponentes con un precio de 199,99 euros, elevado como suele ser costumbre, pero no tanto si los comparamos con otros modelos de la propia marca sin HyperSense o incluso sin conectividad inalámbrica.

Principales ventajas
+ Diseño atractivo, sobre todo con las cupulas iluminadas
+ Almohadillas de gran calidad, frescas y muy cómodas
+ Excelente posicionamiento y creación del sonido 3D
+ Muy ergonomía, no molestan en largas sesiones
+ Tecnología háptica muy inmersiva en juegos
+ Buena autonomía, superior a 10 horas
Aspectos Negativos
- Precio elevado
- Micrófono mejorable
Otros Aspectos
* Perfil de sonido muy frio de fábrica, sobre todo sin HyperSense
* Compatibles con PC, PS4 y dispositivos analógicos

Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Plata a los auriculares Razer Nari Ultimate.

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