Los chips en las tarjetas de crédito no han servido para frenar el fraude
Según un informe de la firma de investigación Gemini Advisory, de los más de 60 millones de casos de robo de tarjetas de crédito en los últimos 12 meses, en el 93% de los casos contaban con el nuevo sistema de tecnología integrado en forma de un chip. Esto representa un revés importante para esta tecnología estándar conocida como EMV, que comparte el nombre de las compañías que la crearon: Europay, Mastercard y Visa.
"45.8 millones de registros [fueron] probablemente comprometidos a través de robos de tarjetas y puntos de venta (POS), violaciones de la seguridad de negocios como Saks, Lord & Taylor, Jason Deli, Scratch Kitchen the Cheddar, Forever 21 y Whole Foods. Para desglosarlo aún más, el 90% o 41.6 millones de esos registros estaban habilitados para chips EMV", afirma Gemini Advisory.
En teoría, la tecnología EMV debería reducir el fraude porque cada transacción con tarjeta requiere una conexión cifrada entre la tarjeta con chip y el terminal del punto de venta del comerciante (PTV). EMV está destinado a reemplazar las transacciones convencionales donde tenemos que deslizar la tarjeta por unas bandas magnéticas, que contienen datos que los delincuentes pueden interceptar y copiar en una nueva tarjeta, es decir, clonarla.
Pero aunque se supone que el estándar EMV garantiza que no se puedan capturar los datos de la tarjeta, muchos comerciantes no están configurando correctamente sus sistemas. El resultado es que los delincuentes han podido acceder a los datos de la transacción, ya sea hackeando las redes de los comerciantes o instalando dispositivos skimmer para capturar información de la tarjeta. Los datos robados se venden normalmente en la ya popular Dark Web, que es donde Gemini Advisory recopiló los datos para su informe.
vía: HOCP