La NASA retrasa el lanzamiento de su telescopio gigante Webb hasta el 2021
La NASA anunció que el lanzamiento del telescopio espacial James Webb se ha retrasado, una vez más, después de haber descubierto una "anomalía en la prueba de acústica". La nueva fecha de lanzamiento del "próximo gran observatorio astronómico" del mundo se programó para el 30 de marzo de 2021, después de que los excesos presupuestarios y los problemas en las pruebas hayan provocado una serie de retrasos imprevistos.
"La complejidad y la naturaleza altamente integrada del observatorio" significan que "un error humano muy pequeño o una anomalía de prueba pueden afectar el cronograma por meses y el coste en decenas de millones de dólares", escribió la junta de revisión independiente creada por la NASA para garantizar la supervisión del observatorio.
Desde el comienzo del proyecto en 1996, después de múltiples retrasos y plazos ampliados, el presupuesto se ha disparado de 500 a 9.600 millones millones de dólares. Este incremento ha agregado 800 millones adicionales a los costes, lo que significa que el Congreso debe volver a aprobar el aumento del gasto si el desarrollo de Webb sigue hacia delante.
Webb tiene una gigantesca estructura en forma de panal conformada por 18 espejos hexagonales hechos de berilio chapados en oro, que juntos tienen un diámetro de 6.5 metros, mucho más grande que los 2.4 metros del Hubble. El telescopio estará estacionado cerca del punto lagrangiano Tierra-Sol L2, y un enorme parasol de silicio y Kapton recubierto de aluminio (una película de poliimida estable a muchas temperaturas) mantendrá los espejos de Webb por debajo de los -220°C.
A diferencia de Hubble, que observa la luz en rangos cercanos a ultravioleta, visible e infrarrojo, Webb observará luz que varía desde naranja visible y rojo hasta infrarrojo medio. Esto significa que puede observar "objetos con alto desplazamiento hacia el rojo" demasiado viejos y demasiado lejanos para ser capturados por instrumentos anteriores. Como si los desafíos de escala no fueran suficientes para que el equipo de Webb los contrarrestara, el observatorio estará tan lejos de la Tierra que no puede ser reparado por misiones tripuladas o robóticas: una vez que se despliegue, no hay marcha atrás, por lo que se debe garantizar al 100% su funcionamiento.
vía: Wired"Desde la detección de la luz de las primeras estrellas y galaxias en el universo distante hasta la exploración de las atmósferas en exoplanetas cercanos en busca de posibles signos de habitabilidad", escribió Thomas Zurbuchen, de la NASA.