Terminando con la presentación de placas base con el chipset de gama media de AMD, el B450, nos encontramos con la MSI B450 Tomahawk y la MSI B450-A PRO. Un modelo avanzado para gamer y un modelo económico para conformar un equipo con un equilibrio agresivo entre rendimiento, conectividad y precio.

 

Comenzamos por el modelo más avanzado, donde con su socket AM4 permite el uso de un procesador AMD Ryzen de 1ª y 2ª Gen junto a la nueva generación de APUs con gráficos Radeon Vega. Queda alimentado por medio de un VRM de 6 + 1 fases de alimentación y unido a cuatro ranuras DIM DDR4 que admitirán el uso de hasta 64 GB de memoria RAM a al menos 3200 MHz junto a dos ranuras PCI-Express 3.0 x16 (1x reforzada en acero), tres PCIe 2.0 x1, un puerto M.2 para SSDs de alta velocidad, y un total de cuatro puertos SATA III @ 6.0 Gbps.

 

Prácticamente estamos ante la misma placa base, pues mantiene el VRM de 6+1 fases, aunque con unos disipadores más escuetos, y mantiene la interfaz PCIe y de almacenamiento, por lo que todo se traduce en una peor disipación del VRM y chipset, una estética más pobre, y una conectividad más limitada, sustituyendo la salida de vídeo DVI por un VGA, aunque ambas cuentan con HDMI y DisplayPort.