Rauda y veloz Nvidia anunció el lanzamiento de sus controladores gráficos GeForce 397.55 Hotfix, los cuales incluyen todas las mejoras de los GeForce 397.55 WHQL, pero solucionando los inesperados problemas que se incluyeron por el camino.

Tal y como indica la nota, se solventa el problema existente en los equipos basados en una gráfica GeForce GTX 1060 donde el equipo podría presentar un bucle de reinicios infinitos, corrupciones gráficas en el escritorio y un largo etcétera. Se soluciona el stuttering mientras se reproducía contenido en Netflix, se añade soporte a los equipos portátiles Microsoft Surface Book, y el curioso misterio de que los drivers se desinstalaban automáticamente cuando el equipo, con el sistema operativo Windows 10, se dejaba encendido sin usar durante un largo periodo de tiempo.

Puedes descargar los controladores Nvidia GeForce 397.55 Hotfix desde el siguiente enlace.

 

Son los primeros drivers en incluir soporte a la tecnología Nvidia RTX (raytracing), aunque de poco servirá, ya que para poder emplear dicha tecnología se necesita de una tarjeta gráfica basada en la arquitectura Volta, y por ahora la única disponible para los mortales es la Nvidia TITAN V con un precio recomendado de 3.100 euros. Para terminar de redondear esta versión, se añade el soporte a la API Vulkan 1.1.

Los Nvidia GeForce 397.31 WHQL añaden soporte a los juegos BattleTech y FrostPunk, añade o actualiza los perfiles SLI de Descenders, Frostpunk, Warkhammer: Vermintide 2 y Far Cry 5, y se arreglan los cuelgues que sufría DOOM con una GeForce GTX 1080 Ti con la API OpenGL y el HDR activo, el cuelgue que sufría el Far Cry 5 al poco tiempo de jugar con una GeForce GTX 1060, el flickering/corrupción gráfica que sufría el Rise of Tomb Raider en la interfaz de usuario con una GeForce GTX 1060, y el servicio NvfbcPluginWindow previene temporalmente que Windows pueda apagarse después de arrancar un juego de Steam.