La realidad sobre Amazon Flex: familias enteras trabajan de forma ilegal para Amazon

Hace poco menos de medio año llegó a España un nuevo servicio del gigante de las ventas online, el conocido como Amazon Flex. En lugar de tratarse de una nueva plataforma de contenidos, o un programa de suscripción similar a Prime, Flex se trata de un modelo de negocio parecido a los de Glovo o Deliveroo, en el que repartidores autónomos realizan entregas de paquetes de Amazon por sus propios medios.

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El sistema en el que se basa este servicio es muy sencillo: Amazon recluta nuevos repartidores a través de portales y plataformas de empleo, además de su propia web, ofreciendo a "autónomos que quieran ampliar sus ingresos" una serie de horas de reparto semanales. Tras esto, la persona que se esté inscribiendo debe certificar que cuenta con un coche, instalarse la app, y tiene que pasar un control de antecedentes penales; una serie de pasos que al fin y al cabo le llevarán a cobrar unos 14 euros por hora. Por el momento, la firma de Jeff Bezos no ha revelado el número de inscritos en Amazon Flex, pero la realidad es que su servicio de repartidores independientes se ha convertido en el refugio de familias enteras que se dedican a repartir paquetes para conseguir un dinero extra.

Entre estas familias encontramos a Antonio y Paula (nombres inventados para preservar su anonimato), que acuden cada día con su Citröen C3 a las puertas del almacén de Alcobendas, en donde una gran cantidad de automóviles esperan en fila para cargar sus paquetes y salir a repartir. En total, esta pareja de 53 y 54 años de edad conseguirán unos 56 euros por cuatro horas de reparto, un dinero que técnicamente sólo cobrará Antonio, dado que él es el inscrito en Amazon Flex.

"Tenemos otros trabajos, esto es algo adicional. Repartimos juntos porque los paquetes se ven desde fuera del coche: dejarlos ahí es muy peligroso, pueden romperte los cristales, llevárselos y es tu responsabilidad"

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La realidad es que muchas familias acuden cada día a las 10 de la mañana en grupo para recoger los paquetes, con el objetivo de poder realizar los repartos con la mayor velocidad (y seguridad) posible, y así ganarse una mejor puntuación dentro de la plataforma de Amazon. Y es que Amazon Flex ha sido ideado de forma que la empresa de Jeff Bezos está exenta de prácticamente cualquier responsabilidad, puesto que sus 'repartidores' son autónomos, lo que significa que tienen que cargar ellos mismos con los gastos del vehículo: gasolina, seguro, autorizaciones, etc. Además, Amazon promociona este servicio como una "actividad complementaria", lo que les permite evitar muchas responsabilidades legales y laborales, y responsabiliza a estos repartidores de cualquier pérdida de un paquete.

El caso de Antonio y Paula es sólo uno de los cientos de familias que pueden verse cada día a las puertas de los almacenes de Sevilla, Valencia, Madrid, y Barcelona, a donde acuden con el objetivo de ganarse un dinero extra que, en algunos casos, apenas llega a los 670 euros al mes, una cantidad de donde, además, debemos descontar gastos e impuestos.

vía: El Confidencial

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