Review: Shuttle SZ270R9
En un mercado donde cada vez más usuarios optan por PCs compactos, el nuevo Shuttle SZ270R9 pretende llevar el concepto de HTPC y barebone a otro nivel, pues ofrece la posibilidad de overclockear el procesador de forma automática e iluminación LED RGB en su frontal, algo que lo acerca más al mundo gaming que a la elegancia que la marca acostumbra a ofrecer.
Veamos para comenzar las especificaciones técnicas del barebone Shuttle SZ270R9:
Shuttle SZ270R9 | |
Chasis | Shuttle R9 (Chasis aluminio y frontal
plástico) 348.4 x 215.4 x 190.2 mm (largo, ancho, alto) 3.5 kg Bahías: 4 x 3.5 pulgadas Disipador Shuttle I.C.E. (4 heatpipes, ventilador 92 mm) Iluminación LED RGB Frontal |
Placa Base | Shuttle FZ270 (270 x 195 mm) Socket LGA 1151 / Chipset Z270 Compatible Intel Skylake i3/i5/i7 (hasta 95W TDP) 4 x Slots DIMM DDR4 2133/2400 MHz (hasta 64 GB) 1 x PCI-Express 3.0 x16 (doble slot, hasta 280 mm) 1 x PCI-Express 3.0 x4 2 x M.2 2280 (PCIe Gen3.0 x4, NVMe) 1 x M.2-2230 (para WLAN) 4 x SATA III 6 Gbps |
Conectores Frontales | 2 x USB 3.0 2 x Jack 3.5 mm (auriculares y micrófono) |
Conectores Traseros | 2 x DisplayPort 1.2 + HDMI 1.4b 4 x USB 3.0 + 4 x USB 2.0 2 x RJ-45 - Intel i211 Gigabit Ethernet 3 x Jack 3.5 mm (ALC 662, 5.1) |
Alimentación | Fuente de alimentación 500W (80
Plus Silver) 2 Conectores PCIe 6+2 y 8 pines 4 Conectores SATA + 2 Molex + Floppy |
Antes de comenzar la review, queremos dar las gracias a Shuttle por cedernos el barebone Shuttle SZ270R9 para su análisis.
Índice de contenidos
Embalaje y Accesorios
El barebone Shuttle SZ270R9 nos llega en una caja de cartón blanca poco decorada y con una pegatina que nos muestra sus principales características en el lateral, mientras que en su interior queda muy bien protegido por una bolsa de plástico y un marco de poliespán, quedando sus accesorios en una caja de cartón aparte.
Además de la documentación y el disco de drivers, el kit de accesorios se compone del cable de alimentación, 4 cables SATA III, el protector del socket, una jeringuilla de pasta térmica y la tornillería necesaria para instalar los dispositivos.
Shuttle SZ270R9 – Exterior
Una vez tenemos entre manos el Shuttle SZ270R9, nos encontramos ante un barebone que comparte formato con el R8 y los clásicos de la marca, pero que ofrece un frontal de plástico mucho más agresivo, que lo será más si encendemos su iluminación LED RGB. Fabricado sobre un chasis de aluminio, ofrece unas dimensiones de 348.4 x 215.4 x 190.2 mm (largo, ancho, alto) que lo hacen relativamente compacto, más si tenemos en cuenta su capacidad interior.
Ambas tapas laterales cuentan con zonas agujereadas para mejorar la ventilación, algo que no ocurre en la zona superior, siendo las mismas una sola pieza de aluminio anodizado.
En la zona frontal, encontramos una pareja de conectores USB 3.0 y los dos conectores jack de 3.5 mm para auriculares y micrófono, así como el botón de encendido y un botón para activar el modo turbo de overclocking automático (requiere un procesador K y la aplicación OC-Tool sobre Windows 10).
En el lado trasero vemos como la fuente de alimentación se sitúa en la esquina superior izquierda, con su conector C21 convencional, como en el centro queda la salida de aire del disipador y como en el margen derecho quedan dos slots de formato convencional para la instalación de tarjetas de expansión.
Además, en la zona inferior encontramos los conectores traseros de la placa base. Disponemos de dos salidas de video DisplayPort 1.2 y una HDMI 1.4a, 4 puertos USB 3.0, 4 puertos USB 2.0, una pareja de conectores RJ-45 para las tarjetas de red Intel i211 Gigabit Ethernet, 3 jacks de audio para sonido 5.1 y un minibotón para resetear la BIOS. Hemos de anotar que si bien solo ofrece salida de audio 5.1 analógico, desde las salidas de video digital si ofrece sonido 7.1.
Desde el lado inferior, vemos como el barebone queda apoyado sobre 4 patas de plástico para un buen apoyo sobre la mesa.
Shuttle SZ270R9 - Interior
Una vez vista la parte externa, pasamos a abrir la caja con solo retirar 3 tornillos manuales del lado trasero y contemplar su interior:
Como podemos apreciar en las imágenes anteriores, la placa base queda situada en la base y de ella parte un disipador unido al hueco del ventilador del lado trasero. Mientras, en el lado frontal queda situado un soporte para las unidades de almacenamiento.
Desde el lado opuesto, podemos ver la fuente de alimentación TFX de 500W con certificado de eficiencia energética 80 Plus Silver. Esta ofrece 3 raíles de +12V para separar la entrega de potencia de procesador y gráfica, ofreciendo 16A en los dos primeros railes y 17A en el tercero. Cuenta con 2 conectores PCIe de 6+2 y 6 pines, por lo que podremos conectar gráficas de altas prestaciones casi sin limitaciones, así como 4 conectores SATA, 2 Molex y un Floppy.
El módulo extraíble, permite instalar 4 unidades de 3.5 pulgadas, pero ninguna de 2.5 pulgadas sin usar un adaptador, vendiendo la propia marca el PHD3 para tal fin. Quizás debería incluirse al menos uno con el barebone, pues a día de hoy, es fácil que contemos con un SSD en formato 2.5 pulgadas, aunque siempre podemos optar por un M.2.
Retiramos tanto el bloque de bahías como el disipador, el cual está compuesto de una base de cobre que transmite el calor del procesador a un radiador de aletas de aluminio a través de 4 heatpipes de cobre niquelado. Además, cuenta con un ventilador de 92 mm para extraer el aire caliente, permitiendo que el conjunto mantenga refrigerados procesadores con un TDP máximo de 95W.
Ya sin ninguno de ellos, podemos echar un vistazo a fondo a la placa base Shuttle FZ270 que da vida al barebone, la cual ofrece un formato fuera de lo convencional con sus dimensiones de 270 x 195 mm. Equipada con el socket LGA1151, permite la instalación de procesadores Intel Skylake i3/i5/i7 de 6ª y 7ª generación, aunque debemos recordar la limitación del TDP a 95W. Además, el chipset Z270 permite la compatibilidad con memorias DDR4 a 2133/2400 MHz con un máximo de 64 GB en 4 módulos de 16 GB, con obviamente una configuración dual-channel.
En la zona inferior, nos encontramos con un slot PCI Express 3.0 x16 y otro x4, permitiéndonos el primero instalar una tarjeta gráfica de altas prestaciones con hasta 220 mm de longitud y doble slot, aunque el segundo slot quedaría anulado.
En el apartado de almacenamiento, ofrece 4 puerto SATA III (6 Gbps) y 2 slots M.2 2280 compatibles SSDs NVMe, así como un M.2 2230 para una tarjeta Wi-Fi/BT, la cual echamos en falta y también podemos adquirir aparte.
Pruebas
Para nuestras pruebas, utilizaremos el procesador Intel Core i7-6700K, 2 módulos de memoria G.Skill TridentZ DDR4 @ 3600 MHz, un SSD Transcend SSD370S 256 GB y la tarjeta gráfica MSI GeForce GTX 1070 Gaming Z que vemos en la siguiente imagen, la cual tiene 279 mm de longitud y entra apurada, pero sin problemas.
Una vez pulsamos el botón de encendido, vemos como se enciende con una luz LED azul y como los ventiladores empiezan a girar con una sonoridad bastante elevada, aunque a los pocos segundos se estabilizan con menor sonoridad. Aun así, ronda los 41 dBA en reposo, por lo que no es todo lo silencioso que podíamos esperar.
Eso si, podemos configurar el color de la iluminación a nuestro antojo tanto desde la BIOS como desde el software OC-Tool para Windows, el cual veremos más adelante.
Aprovechamos las capturas del software CPU-Z para comentar un problema de la placa base, que no permite configurar las memorias por encima de 2400 MHz. Es extraño que usando un chipset Z270 ocurra esto, por lo que es una limitación poco agradable.
Por lo tanto, vemos como en un test de memoria como el de Aida64 tenemos una notable diferencia frente a configurarlas a 3600 MHz como realmente permiten las memorias usadas, aunque si que damos un pasito adelatne frente al SZ170R8 de generación previa que las limitaba a 2133 MHz.
Como podemos apreciar, el salto de frecuencias de las memorias afecta al rendimiento general del equipo en tareas de calculo o renderizado, e igualmente en juegos, aunque la diferencia supera el 5%.
El software incluido, OC-Tools, permite realizar overclocking automático al procesador o incrementar el multiplicador hasta que este aguante, aunque a cambio nos subirá el voltaje por encima de los 1.4V, lo cual es muy elevado y difícil de manejar para un disipador tan pequeño.
También nos permite configurar la iluminación LED RGB frontal, aunque decir que esta es muy intensa y puede resultar molesta, aunque siempre podemos optar por apagarla.
Por último, debemos hablar de las temperaturas y de la sonoridad, dos factores muy importantes, y más en un chasis tan compacto. El procesador, ronda los 85ºC a pleno rendimiento, lo cual no está del todo mal, aunque no da pie a realizar overclocking sin optar por cambiar el disipador, lo cual tiene poco sentido en un barebone. La gráfica, se mantiene más fresca, en torno a los 75ºC, pero el problema real está en la sonoridad, que no es para nada reducida. A pleno rendimiento, ronda los 45 dB, pudiendo alcanzar los 55 dB con los ventiladores al máximo, aunque el modo automático no llega a tales velocidades.
Conclusión
El barebone Shuttle SZ270R9 supone una evolución más en un producto que, desde sus orígenes, ha mantenido su esencia: chasis de aluminio, formato compacto y miras a ser un HTPC. Es extraño que llegue al mercado sobre la plataforma Z270 en lugar de la nueva Z370, pero con gran cantidad de procesadores todavía en el mercado, no supone ningún problema. Contar con un chipset preparado para overclocking y permitirlo parece ser una gran baza a su favor, pero a la hora de la verdad las temperaturas no lo soportan, pues ya de por si los modelos “K” suelen tener un alto TDP, y el límite es de 95W.
Lo que si soporta son gráficas de altas prestaciones, pues soporta modelos de hasta 280 mm de longitud y doble slot, así como una pareja de unidades M.2 y hasta 4 unidades de 3.5 pulgadas, requiriendo un adaptador para pasarlas a 2.5 pulgadas. Destacar también que ofrece numerosos puertos USB y salidas de video DisplayPort y HDMI, aunque se echa en falta que incluya de seria la conectividad WiFi.
Podremos encontrar a la venta el Shuttle SZ270R9 próximamente en España con un precio en torno a 450 euros, siendo muy elevado para sus prestaciones, por mucho que incluya iluminación LED RGB en el frontal.
Principales ventajas | |
+ | Muy buenos materiales y acabados de fabricación |
+ | Permite una gráfica de altas prestaciones, hasta 280 mm |
+ | 2 x M.2 + 4 x SATA III |
+ | Salidas de video HDMI y 2 x DisplayPort |
+ | 2 x USB 3.0 frontales + 4 x USB 3.0 traseros |
Aspectos Negativos | |
- | Precio elevado, al menos en su lanzamiento |
- | Capacidad de refrigeración limitada |
- | Memorias hasta 2400 MHz |
- | Requiere adaptador espara unidades de 2.5 pulgadas |
- | Debería incluir Wi-Fi y Bluetooth de serie |
Otros Aspectos | |
* | Iluminación LED RGB frontal |
* | Podría incorporar lector de tarjetas |
Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Plata al barebone Shuttle SZ270R9.