Un coche autónomo de Uber acaba con la vida de una mujer, aunque el error fue humano
Hoy ha sido noticia en muchos telediarios españoles de la tarde: un coche autónomo de Uber atropelló a una mujer en bicicleta con un trágico resultado, ser el primer coche conducido de forma autónoma que acaba con la vida de una persona. Uber está investigando lo sucedido y ha detenido de forma momentánea todas las pruebas que estaba realizando en los Estados Unidos y Canadá.
Ahora, si se busca informar de verdad sin querer poner en duda la Inteligencia Artificial, hay que explicar que este accidente, que tuvo lugar en Tempe, Arizona, involucró a un Volvo XC90 que estaba realizando un recorrido en modo autónomo. Si bien el coche estaba siendo pilotado de forma autónoma por el ordenador apoyado de los sensores y cámaras a bordo, en el asiento del piloto nos encontramos con un piloto experto monitorizando la actividad del vehículo como un método adicional de seguridad.
Así que tenemos un vehículo autónomo, un piloto experto monitorizando todo lo que el vehículo hace, y ahora llega lo que muchos se han callado: el accidente tuvo lugar cuando la mujer fallecida cruzó la carretera fuera del paso de peatones, por lo que terminó siendo golpeada por el vehículo dando como resultado el trágico accidente.
No solo los sistemas automáticos no fueron capaces de preever que una persona cruzaría la carretera de forma indebida, sino que el propio piloto no fue capaz de evitar el accidente, lo que indica que este accidente hubiera tenido el mismo resultado en caso de que el coche no se hubiera estado conduciendo de forma autónoma.
"El vehículo circulaba hacia el norte cuando una mujer cruzó la carretera fuera del paso de peatones y resultó golpeada por el vehículo", informaron las autoridades pertinentes a Reuters.
Uber envió sus condolencias a los familiares e indicaron que colaborarán "con las autoridades locales en su investigación sobre el accidente".