Próxima b, el exoplaneta potencialmente habitado, habría sido arrasado por su estrella
Hoy es cuando la Astrophysical Journal Letters dio a conocer que en marzo de 2017 el exoplaneta más cercano de nuestro Sistema Solar capaz de albergar vida, Próxima b, habría sido arrasado tras una enérgica explosión de radiación en forma de erupción estelar masiva arrojada por su estrella. Esta información se da a conocer casi un año después debido a que Próxima b se encuentra en Próxima Centauri, a una distancia de 4.2 años luz.
El Instituto de ciencia de Carnegie, el
Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian y la Universidad de
Colorado Boulder, en un trabajo conjunto, descubrieron la
enorme llamarada cuando realizaron las observaciones
tomadas el año pasado por ALMA (Atacama Large
Millimeter Array), el radiotelescopio chileno compuesto por 66
antenas, el cual capturó una luminosidad 10 veces más
brillantes respecto a las bengalas más potentes
registradas de nuestro sol. Durante un breve lapso de tiempo,
durante 10 segundos, la bengala se volvió 1.000 veces más
brillante.
"Es probable que Próxima b haya sido arrasada por la radiación de alta energía durante esta erupción", explicó MacGregor, del Instituto de Carnegie, y agregó que ya se sabía que Próxima Centauri experimentó brotes de rayos X regulares, aunque más pequeños.
"Durante los miles de millones de años desde que se formó Próxima b, bengalas como esta podrían haber evaporado cualquier atmósfera u océano y esterilizado la superficie, sugiriendo que la habitabilidad puede implicar algo más que estar a la distancia correcta de la estrella anfitriona para tener agua líquida".
Las erupciones estelares ocurren cuando un cambio en el campo magnético de la estrella acelera los electrones a velocidades cercanas a las de la luz. Los electrones acelerados interactúan con el plasma altamente cargado que compone la mayor parte de la estrella, causando una erupción que produce emisión en todo el espectro electromagnético.