Quantum Break se arrastra tras su paso por la Xbox One X a «4K»

Digital Foundry nos trae hoy una interesante prueba de rendimiento del Quantum Break, el juego de Microsoft que llegará a la "consola más potente del mundo", la Xbox One X. Por desgracia, alardear de los 4K trae mucho problemas, y más cuando nos llega un título de este tipo, aunque no te sorprenderás cuando te digamos que el juego no llega a una resolución 4K nativa de 3840 x 2160 píxeles.

Como es de esperar, empleará una resolución adaptativa, que dependiendo de dónde nos movamos por el juego la resolución del título llegará a caer hasta una resolución de 1280 x 720 píxeles (HD). Esta técnica en la misma empleada en PC, y no es para menos, pues a una resolución 2K (2560 x 1440 píxeles) a máxima calidad y a 60 FPS, el título requiere de una Nvidia GeForce GTX Titan Xp, la GPU más potente del mercado con un precio en torno a los 1.350 euros. Sí, ahora comparad eso con la consola más potente del mundo, se queda en nada.

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Debido a esta "técnica de re-estructuración temporal de los píxeles", estamos ante un re-escalado de una resolución original 2K a 2560 x 1440 píxeles en el mejor de los casos renderizando un 56% de la resolución 4K, por lo que realmente no se ofrece la nitidez de una resolución 4K nativa. Obviamente, esta carrera por aumentar la resolución trae problemas ligados a la fluidez, teniendo un título limitado a 30 FPS que, fuera de las cinemáticas, se suele mover más en los 27-28 FPS, y eso sólo en la parte principal del juego con poco acción en pantalla, por lo que está por ver qué pasará cuando eso ocurra.

Por suerte, aquellos que compren la "consola más potente del mundo" podrán disfrutar del Quantum Break a una resolución nativa Full HD de 1920 x 1080 píxeles, eso sí, limitado a 30 FPS, el problema de respirar aires de grandeza.

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