Review: Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition

Tras analizar el año pasado el modelo rígido, hoy tenemos entre manos la nueva Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition, una versión con superficie de tela mucho más agradable al tacto. Eso si, mantiene la iluminación LED RGB, porque no puede faltar un accesorio en nuestra mesa sin ella.

En esta ocasión no dividiremos la review en páginas, pues es algo más corta, y tampoco tenemos especificaciones, por lo que tras agradecer a Thermaltake el cedernos esta unidad para nuestro análisis, vamos al lio.

Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition

La Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition llega en una delgada caja de cartón que nos muestra su diseño y sus principales características en el reverso.

En el interior, la encontramos protegida por un marco y una bolsa de plástico y acompañada del manual de usuario y la tarjeta de garantía como únicos “accesorios”.

Una vez la colocamos sobre la mesa, nos encontramos ante un modelo flexible con una superficie de 355 x 255 mm que la hace de tamaño medio-grande, mientras que su altura de 4 mm y el borde curvado hacen que podamos apoyar la mano en el borde sin lastimarnos.

En la zona superior, encontramos un botón que permite apagar la iluminación y otro que permite cambiar el modo de esta entre un arcoíris que va recorriendo todo el borde o un color fijo a elegir entre 6 de los que vemos en la siguiente imagen, aunque también podemos configurarla por software como vemos a continuación.

La base está fabricada en goma y se fija bien sobre la mesa, aunque podemos deslizarla si la empujamos desde el borde a conciencia, pero no accidentalmente.

Cuenta con un cable engomado de 1.8 metros rematado, como era de esperar, por un conector USB convencional para alimentarla.

Una vez enchufada, aparecer una muy suave iluminación LED por todo su borde que le da un aspecto sensacional, aunque la intensidad es algo débil para lucir durante el día.

A oscuras, si que se hacen patentes sus colores RGB, aunque echamos en falta una mayor intensidad.

Hemos probado las alfombrillas Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition durante horas de juegos y uso ofimático con el ratón Thermaltake Ventus X RGB sin el más mínimo desplazamiento sobre la mesa.

La superficie ofrece un tacto muy suave y agradable, mejor que la rígida. Ofrece un movimiento controlado gracias a su superficie microrugosa, por lo que es más lenta de movimientos, pero a cambio ofrece mayor precisión. Su superficie es suficiente para no salirnos nunca de ella, pues si tenemos dicho problema lo que bien deberíamos de hacer es usar mayor resolución DPI o comprar una alfombrilla mantel. Por otro lado, si se incorpora iluminación LED, lo interesante sería que al menos se notara con mayor intensidad.

Podremos encontrar a la venta la alfombrilla Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition por 42 euros en tiendas como Alternate, un precio muy elevado para una “simple” alfombrilla, pero de esperar por el extra de la iluminación LED.

Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Plata a la alfombrilla Thermaltake Draconem RGB Cloth Edition.