Review: Thermaltake View 28 RGB
Thermaltake View 28 RGB
Una vez extraemos de todo su embalaje la Thermaltake View 28 RGB, nos encontramos ante una semitorre con unas dimensiones de 505 x 200 x 493 mm (ancho, alto, profundo) y un peso de 6.7 kg, medidas todas ellas dentro de lo convencional. Dispone de un chasis fabricado en acero SPCC, un frontal de plástico ABS translucido y una amplia ventana acrílica que veremos mejor luego.
Mirando el chasis de frente, observamos uno de los frontales más originales del mercado, pues, aunque parezca plástico negro brillante, este es translucido y dejaría ver unos ventiladores situados en su interior, o al menos la iluminación LED de estos. En la zona superior, un agujero permite ofrecer un sistema de iluminación “sin fin”, aunque esperábamos algo más de dicho efecto tras ver las fotos oficiales.
El lateral principal es el otro punto fuera de lo convencional del chasis, pues la amplia ventana acrílica transparente se une con el lado superior para formar una ventana tipo “alas de gaviota”, pero de apertura convencional. Mientras, el lado opuesto es completamente opaco, dejando en ambos casos una zona mallada a los lados de la tapa frontal para la entrada de aire.
El lado superior, además de permitir ver el interior del equipo, ofrece la conectividad habitual, destacando un total de 2 puertos USB 3.0 y un puerto USB 2.0. además, ofrece un botón para controlar la iluminación LED del sistema “sin fin” frontal y de unos posibles ventiladores Thermaltake Riing RGB.
La base cuenta con 4 patas de plástico rematadas por tiras de espuma para evitar transmitir vibraciones y para un buen apoyo sobre la mesa. Además, también cuenta con un filtro antipolvo extraíble para la fuente de alimentación.
En el lado posterior de la caja nos encontramos
con la fuente en posición inferior (prácticamente
ya todas las semitorres vienen así), la rejilla del
ventilador trasero de 120 mm y
8+2 slots de expansión, lo que nos anticipa la
posibilidad de colocar la tarjeta gráfica en paralelo a la placa
base.
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