Review: BenQ ZOWIE XL2735

Pruebas

Conectamos el BenQ ZOWIE XL273 a nuestro equipo de pruebas a través de DisplayPort y lo primero que nos llama la atención es que la configuración por defecto es la FPS1, la cual está enfocada a shooters y es imposible de usar en otros cometidos. Tras pasar a la configuración Estándar, la cosa cambia drásticamente.

Como poseedor de un monitor Asus PB279Q, un modelo 4K @ 60 FPS también de 27”, tenía bastante curiosidad por ver como se desempeña este modelo en aspectos como calidad de imagen, nivel de detalle, refresco, etc.

Lo primero que debo destacar es que el paso de 4K a 2K no es tan traumático como pasar a Full HD, pues incluso en una pantalla de 27 pulgadas es resolución suficiente para que los pixeles no se vean claramente definidos. Ciertamente se nota diferencia en cuanto a nivel de detalle o suavidad en las fuentes, pero es mayor el salto entre 2K y Full HD. Por ello, la calidad de imagen ya está un escalón por debajo, pero donde quizás los amantes de los colores reales también noten una falta de calidad en colores no siendo IPS.

Otro aspecto donde varía enormemente un panel TN de un IPS es en el visionado en ángulos, donde el TN pierde calidad a medida que aumentamos el ángulo de giro frente al frontal, pero hemos de decir que en este modelo no parece ser tan destacado como en la gran mayoría, solo bajando el contraste y el brillo en gran medida. Ahora bien, teniendo en cuenta que estamos ante un monitor gaming, ¿qué sentido tienen los ángulos de visionado?

Dicho lo anterior, debemos adentrarnos en su principal desempaño: juegos. Para ello hemos jugado durante horas a Battlefield 1 con resolución 2K y nivel de detalles medio, pues con una GTX 1070 no podíamos subirlos más para mantener una tasa de 144 FPS. Queda aquí patente que es igual de difícil mover un monitor de estas características que un 4K @ 60 FPS, aunque si no somos demasiado exigentes no tendremos problemas en la mayoría de títulos.

La imagen anterior muestra una escena de Battlefield 1 con el perfil de color “Estándar”, el cual ofrece unos colores y un rango dinámico bastante acertados, similar al que acostumbramos a ver en nuestro monitor de uso diario. Sin embargo, en la siguiente imagen tenemos como se ve el modo “FPS1”, el cual todo el arsenal de tecnologías de “mejora de imagen”, siempre que entendamos que la mejora provoca que veamos mejor al enemigo, pues no en vano estamos ante un modelo gaming.

Para conseguir una imagen con sombras tan saturadas y zonas luminosas subexpuestas, se activa la tecnología Black eQualizer, mientras que Color Vibrance se potencia el contraste en 20 niveles. Los 3 modos “FPS” a los que tenemos acceso rápido desde el controlador tienen distintos niveles de intensidad de dichas tecnologías, aunque personalmente me parecen todos ellos muy extremos y suficiente con el modo “Estándar”.

Con él seleccionado, he podido apreciar perfectamente como la tecnología Dynamic Accuracy (DyAc) hace su función y elimina el efecto ghosting que supuestamente otros modelos a 144 FPS generan. Es realmente una alternativa propia a los protocolos G-Sync o FreeSync para que la imagen permanezca estable incluso con bajones de FPS, aunque se hace extraño que un monitor de su categoría no emplee ninguna de ellas. Una exagerada muestra de ello la dan de forma oficial en el siguiente video: