Científicos crean quimeras en forma de híbrido de cerdo y humano
Desde casi nuestros inicios en Internet, allá por el 2011, hablábamos por primera vez de las quimeras, donde la Academia de Ciencias Médicas del Reino unido pedía al gobierno británico establecer regulaciones más estrictas y muy duras para controlar el rápido y extenso avance de dar tributos humanos a animales.
Arrancamos 2017 y nos hacemos eco de que un grupo de científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla, California, crearon cientos de híbrido de humano-cerdo, el cual plantea la posibilidad de ser capaz de cultivar órganos humanos dentro de los animales para su uso en trasplantes. La creación de esta llamada quimera, llamada así por la bestia entre especies de la mitología griega, ha sido aclamada como un primer paso significativo para generar corazones humanos, hígados y riñones desde cero.
Juan Carlos Izpisua Belmonte, quien dirigió el trabajo, defendió su proyecto indicando que: "El objetivo final es el crecimiento de tejidos u órganos funcionales y transplantables, pero nosotros estamos muy lejos de eso. Este es un primer paso importante."
El estudio ha reavivado preocupaciones éticas que han amenazado con ensombrecer la promesa clínica del campo. El trabajo inevitablemente plantea el espectro de animales inteligentes con cerebros humanizados y también el potencial de criaturas híbridas extrañas para ser lanzadas accidentalmente en la naturaleza. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) pusieron una moratoria en la financiación de los polémicos experimentos.
Izpisua Belmonte dijo que los miedos alrededor de las quimeras estaban inspirados en gran parte por la mitología en lugar de las realidades que tienen lugar con experimentos meticulosamente controlados. Pero reconoció: "La idea de que un animal nazca componiendo células humanas crea algunos sentimientos que necesitan ser abordados".
El documento, publicado en la revista Cell, describe cómo las células madre humanas se inyectaron en embriones de cerdo de etapa temprana, lo que resultó en más de 2.000 híbridos que fueron transferidos a cerdas suplentes. Más de 150 de los embriones se desarrollaron en quimeras que eran en su mayoría cerdos, pero con una pequeña contribución humana de alrededor de una de cada 10.000 células.
Los embriones cerdo-humanos se dejaron desarrollar hasta 28 días (el primer trimestre de un embarazo de cerdo) antes de ser retirados.
"Este tiempo es lo suficientemente largo como para intentar comprender cómo las células humanas y de cerdos se mezclan desde el principio sin plantear preocupaciones éticas sobre animales quiméricos maduros", dijo Izpisua Belmonte.
El equipo cree que en el futuro el enfoque en la creación de quimeras podría allanar el camino para la incubación de órganos humanos genéticamente emparejados a un paciente, para su uso en trasplantes o para probar nuevos medicamentos con mayor seguridad y eficacia.
En un experimento separado, el equipo también creó una gran cantidad de quimeras de rata y ratón demostrando que las células de rata podrían convertirse en una vesícula biliar, a pesar de que las ratas dejaron de desarrollar este órgano en algún momento de sus 18 millones de años de evolución.
Esto revela que nuestro código genético conserva las instrucciones para convertir nuestras células en formas ancestrales que se han perdido a lo largo de la evolución, planteando la cuestión intrigante de que los rasgos antiguos podrían desbloquearse del ADN humano.
"Muchos animales tienen esta capacidad extraordinaria para regenerarse", dijo Izpisua Belmonte. "Los humanos no tienen eso. [Este campo de trabajo] podría proporcionar una plataforma para que las células humanas lo hagan."
vía: TheGuardian