AMD Radeon Software Crimson ReLive (12.16.1) a prueba

Tras anunciarse los nuevos controladores gráficos AMD Radeon Software Crimson ReLive (12.16.1), lo obligado es conocer si la mejora de rendimiento es real y cómo funciona la nueva aplicación ReLive, aplicación que nos permitirá capturar nuestra partida y que promete "un bajo impacto en el rendimiento del juego", incluso un impacto inferior al que genera la aplicación de su competencia, el ShadowPlay de Nvidia. Como para Iván los días festivos son sagrados, vamos a rondar por varias webs donde ya han recopilado datos de rendimiento.

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Un paseo por TechPowerUp nos revela que en una prueba de rendimiento de 21 juegos, en todos ellos, estos nuevos controladores mejoran el rendimiento. A una resolución Full HD (1920 x 1080p) la mejora de rendimiento media es del 2.1%, donde Civilization VI, Fallout 4 y Batman: Arkham Knight son los juegos con mayor ganancia de rendimiento con una mejora del 5, 6 y 7 por ciento de forma respectiva, nada mal por solo instalar unos drivers. A una resolución 2K (2560 x 1440p) la media de rendimiento incrementa con una ganancia del 2.7%, mientras que a 4K (3840 x 2160p) esta ganancia media es de un 2.3%.

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Si buscamos ver el impacto de ReLive, en lo que concierte a la pérdida de rendimiento que sufrimos a la hora de capturar un gameplay mientras jugamos, vemos como perdemos una media del 3.7% de rendimiento a una resolución 1080p, 3.8% a 1440p y un 3.2% 2160p (30FPS), lo que llega a ser incluso menos de lo que presenta la aplicación Nvidia ShadowPlay que cumple la misma función.

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Si nos dejamos de medias, en el Batman: Arkham Knight será el juego que más rendimiento perdamos, un 6.4%, pasando por ejemplo a un 3.8% en el GTA V, un 2.9% en el F1 2016, o solo un 0.5% en The Witcher 3. A continuación, una prueba de una captura del Just Cause 3 a 1080p @ 60 FPS con una Radeon R9 290.

 

Radeon Chill

La nueva aplicación para ahorro energético, que traducimos rápidamente en capar el rendimiento de la GPU. Si por ejemplo, no tenemos un monitor con una alta tasa de imágenes por segundo, es una tontería ejecutar juegos a un framerate superior a su tasa de refresco, por lo que podemos limitar al juego a un máximo de 60 FPS (o 30, 144, etc) permitiendo que la gráfica trabaje de forma más relajada. Por ejemplo, en el Far Cry Primal, con una Radeon RX 480 limitada a una tasa de 40 a 144 FPS, representa una media de 115W de consumo frente a los 154W de consumo que presenta con el Radeon Chill desactivado, lo que se traduce en un ahorro energético de 39W de consumo.

Sin lugar a dudas, los Crimson ReLive se tratan de una muy buena actualización, lo mejor de todo es que, pese a realizar grandes cambios, no se está reportando ningún tipo de problema con juegos o aplicaciones, lo que es de alabar.

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