Según un nuevo estudio, la Luna se formó con manto terrestre surgido tras un enorme impacto
Desde hace varias décadas, la hipótesis más aceptada por la comunidad científica respecto al origen y a la formación de la Luna, nuestro único satélite natural, era la teoría del gran impacto.
En ella se indica que la Luna se formó como resultado de una colisión entre la Tierra, aún en sus etapas iniciales y un protoplaneta del tamaño de Marte. Gracias a esta teoría, se han podido dar argumentos razonables a cuestiones como el tamaño de la Luna, considerablemente grande respecto a las tasas de rotación de la Tierra, a su masa o a sus bajos niveles de hierro, entre otros aspectos.
Sin embargo, posteriores estudios realizados sobre las composiciones isotópicas de varios elementos hallados tanto en las rocas terrestres como en las lunares mostraban que, en ambos casos, los resultados eran prácticamente idénticos. Si se tiene en cuenta que las teorías sobre el gran impacto afirman que entre un 60% y un 80% del material que originó la Luna procede del protoplaneta que colisionó con la Tierra, es altamente improbable, muy extraño de hecho, que este planeta que impactó con el nuestro en sus inicios tuviera prácticamente la misma composición isotópica, sin estar relacionados.
A raíz de esta premisa, los científicos estadounidenses Kun Wang y Stein B. Jacobsen han dirigido un estudio al respecto, cuyas conclusiones recientemente han sido publicadas en la revista Nature. En este estudio analizaron de forma precisa los isótopos de distintas rocas lunares que habían sido recogidas en varias misiones Apollo, y se empezó a plantear la idea de que en los materiales que dieron origen a la Luna no quedara rastro de un protoplaneta externo.
¿Cómo se formó el satélite, entonces? Tras las conclusiones obtenidas, la explicación sigue siendo la misma que la propuesta en la teoría del gran impacto: un cuerpo chocó contra nuestro planeta en sus inicios, sólo que se trató de un impacto de tal envergadura que vaporizó tanto al protoplaneta impactado como a gran parte de la Tierra primigenia, y de los restos del manto terrestre se acabó formando un disco superfluido de gran tamaño que cristalizó hasta formar la Luna.
Wang ha indicado que sus resultados proporcionan las primeras evidencias sólidas sobre el origen plenamente "terrestre" de la Luna, y esperan que a raíz de ellos se inicie una línea de estudio que profundice en ello y arroje nueva luz en estudios posteriores al respecto.
Vía: RT