Toshiba dice adiós al mercado informático

Tras cerrar el 2015 con los peores datos de sus 140 años de historia, que se tradujeron en unas pérdidas de 4.500 millones de dólares y el despido de casi 7.000 empleados en su división de productos electrónicos, el gigante japones pionero en la fabricación de portátiles, Toshiba, ha decidido retirarse del negocio de la informática a partir del próximo 31 de marzo. A partir de dicho día, todas sus oficinas comerciales, incluyendo las de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica cierran sus puertas.

Junto al mercado informático, también abandonará su rama de equipamiento médico, donde Canon ya está en conversaciones con la compañía para su adquisición. Ya en el 2014, la compañía había anunciado el cierre de su área de fabricación de portátiles para consumo masivo, equipos que tuvieron un gran éxito años atrás pero la llegada de nuevos competidores, el lanzamiento de equipos poco interesantes, y el auge de las tablets y smartphones les perjudicó enormemente.

Edificio Toshiba

Sin duda alguna, era algo que se veía venir. En octubre de 2015, Toshiba estaba casi en la bancarrota mirando la energía nuclear como su salvación. A finales del mismo mes, la compañía vendía su división de sensores fotográficos a Sony. En diciembre, sonaron las alarmas, se descubrió que la compañía había realizado un fraude contable multimillonario donde sobrestimó entre los años 2007 y 2014 sus ingresos por 1.706 millones de euros, lo que ahora conocemos que ha derivado en casi 60 millones de euros de multa.

Tampoco su adiós es que sea algo preocupante, ya que hay que recordar que la compañía ha iniciado un proceso de reestructuración donde se unirá con VAIO y Fujitsu para la creación de una nueva marca de equipos de sobremesa y portátiles que buscará hacer mucho ruido en el mercado.

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