La NASA probó con éxito su motor RS-25 de 12 millones de caballos
Esta semana la NASA devolvió a la vida al RS-25, un motor diseñado en los años setenta que ahora quiere cobrar un gran protagonismo gracias a que es todo músculo, pues tiene una fuerza de nada menos que de 12 millones de caballos, lo que le ha valido para dar lugar al éxito de 135 misiones donde su trabajo era transportar a decenas de astronautas y maquinaria de investigación valorada en miles de millones de euros al espacio.
El resurgir del RS-25 se debe a que la NASA quiere incorporarlo en su nuevo Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS en inglés), la futura lanzadera que llevará a los astronautas hasta algún satélite e incluso al planeta Marte. Los cohetes equipados con dicho motor son una enorme garantía de fiabilidad, además de poder reciclar parte de sus componentes consiguiendo abaratar enormemente los costes evitando una construcción desde cero.
Desde que fueran aparcados hasta ahora, se han sometido a cinco grandes procesos de mejora donde se le ha integrado un nuevo cerebro para dirigir el delicado proceso de inyección y quema de combustible o un nuevo sistema controlador. Gracias a este motor, la NASA espera que el SLS alcance una velocidad máxima de 36.456 kilómetros por hora. Para conseguir tal hito, el cohete RS-25 usa propelentes enfriados a 250 grados centígrados bajo cero (de ahí que durante la ignición caigan enormes bloques de hielo desde los motores) y hacerlos arder hasta los 3.300 grados. Además, para generar un impulse tan brutal es necesario que el flujo de combustible sea muy alto: podria vaciar una piscina familiar en un minuto. Como resultado, cada motor tendría una potencia suficiente para empujar 10 portaavioones por el océano a una velocidad de 40 kilómetros por hora.
vía: ABC