Se confirma la existencia de las ondas gravitacionales
Hoy ha sido cuando los científicos a cargo del proyecto LIGO anunciaron la detección de manera directa, por primera vez en la historia, de las ondas gravitacionales que habían sido postuladas por Einstein hace exactamente un siglo, cuando formuló su Teoría General de la Relatividad. La confirmación de la existencia de estas ondas abre una nueva etapa en la astronomía, ya que su estudio brindaría información clave para desentrañar algunos de los principales misterios de la astrofísica actual, entre ellos, el origen del universo.
Para tener una mejor idea del concepto, hay que imaginarse el universo es como una gran 'cama elástica'. Einstein se lo imaginaba como un tejido del espacio-tiempo y las ondas gravitacionales serían como las ondulaciones de ese tejido. Las ondas gravitacionales se crean cuando dos o más objetos de gran tamaño chocan entre sí. Desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva. Estas ondas se crearon a raíz del Big Bang, hace alrededor de 13.800 millones de años. Al parecer, todavía las sentimos, aunque son mínimas. Esta es la razón por la que la detección de ondas gravitacionales es tan importante: podría darnos la respuesta sobre los orígenes del universo.
Para detectar estas ondas se necesita mediar los estiramientos en el espacio-tiempo. Para ello los científicos estadounidenses utilizan un enorme sistema, el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), cuyo objetivo es detectar pequeñas vibraciones causadas por el paso de las ondas gravitacionales mediante un láser gigante que alcanza un máximo de 225 millones de años luz de distancia. Es tan sensible que atrapa desplazamientos 10.000 veces menores que el diámetro de un protón.
Es normal a día de hoy no entender muy bien qué presenta, ya que es complicado resumir un misterio casi tan antiguo como el del propio universo. Hay que recordar que los científicos llevaban buscando conocer la existencia de dichas ondas desde hace 100 años más el tiempo que empleó el propio Einstein.
Vía: RT | Para ampliar la información: Nexciencia