Review: Razer Wildcat
Pruebas
Sin que sirva de precedente, o puede que sí, hemos conecto el Razer Wildcat a nuestra Xbox One y disfrutado de su uso bien cómodo en el sofá, algo que ya le da un positivo frente a usarlo en la silla del ordenador.
Desde el primer momento debemos destacar que estamos ante un controlador muy similar al oficial pero con una ergonomía ligeramente modificada para mejorar la posición de los dedos corazón y que alcancen mejor los gatillos M3-M4. Cierto es que el tacto de todos los botones es cuanto menos igual de bueno que el del oficial, pero algunos mejoran al ser mecánicos como ya hemos ido comentando. Anotar que las gomas de los joystick, más allá del cambio estético, ofrecen un tacto más agradable, pero sacrifican ligeramente la sensibilidad sobre estos.
Otro punto fuerte es el controlador de audio ya integrado, pues con el D-Pad podemos subir el volumen del juego o chat independientemente y además a su lado podemos remapear los botones para asignarlos a nuestro antojo.
También debemos anotar que el peso es
prácticamente el mismo que el oficial, 260 vs 262
gramos, pero muy inferior al Elite,
348 gramos. En largas sesiones de juegos,
esos casi 90 gramos se notan.
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