Review: Razer Wildcat
Hoy tenemos con nosotros uno de los controladores más avanzados y completos del mercado, el Razer Wildcat. Diseñado para sustituir al de Xbox One en competiciones, ofrece 4 botones extras configurables y otras funciones adicionales que iremos viendo a lo largo de la review para convertirlo en una alternativa de lo más interesante frente al Elite.
En esta ocasión no ofreceremos nuestra habitual tabla de especificaciones, pues realmente no ofrecen muchas oficiales, por lo que comenzaremos de lleno en esta misma página viendo su embalaje.
El Razer Wildcat llega en una caja de cartón que mantiene la estética habitual mezclando el negro y verde eléctrico tan característicos de la marca californiana.
A lo largo y ancho del embalaje vemos sus principales características y especificaciones en inglés y francés, pero nada de español.
En el interior, encontramos por un lado la habitual tarjeta de agradecimiento de Razer, el manual de usuario y dos pegatinas con el logo de la marca, mientras que por otro lado encontramos un estuche de transporte de buena calidad en el que se esconde el mando y otros accesorios.
Encontramos también un sobre que contiene y nos ofrece unas rápidas instrucciones de como colocar los accesorios que vemos a continuación. Por un lado encontramos un destornillador, que luego veremos para que nos vale, mientras que por otro encontramos dos gomas para cubrir los sticks y dos gomas para los agarres laterales del mando que no pueden ser más difíciles de poner, pues incluso mirando las instrucciones que vemos arriba no indican bien en qué punto ponerlas o como dejarlas bien colocadas. Sinceramente, deberían venir ya colocadas y sin quedar luego en relieve, pues pueden resultar incluso incomodas en los bordes o podemos dejarlas mal colocadas y no poder volver a ponerlas, pues van pegadas.
Pero uno de los aspectos más controvertidos y que más llama la atención del Wildcat es el cable USB de uso obligatorio, pues debemos anotar que este controlador no ofrece funcionalidad inalámbrica. Esto se debe, según la marca, a que para competiciones es más fiable, que parece bastante plausible, aunque si tenemos en cuenta que Microsoft no permite que terceros hagan controladores con funcionalidad inalámbrica, pues parece aún más obvio el por qué. Sin embargo, algo a su favor es que es de 3 metros y mallado y sobretodo que la última porción del cable tiene un conector anti-tirones que podría evitar que la consola caiga al suelo si tiráramos accidentalmente del cable, un detalle muy de agradecer.