China acelera para autoabastecerse de chips
El gobierno chino parece estar interesado en crear su propio fabricante de microchip para competir con los monstruos taiwaneses y japoneses en un intento de que todo quede en casa.
La compañía Tonfang Guoxin Electronics, que forma parte del grupo gubernamental Tsinghua Unigroup, ha anunciado un plan de inversión privada de 12.590 millones de dólares como paso previo a convertirse en un gigante de los conductores en china, siendo dicha cantidad cuatro veces el valor de la propia compañía cuando sus acciones fueron suspendidas para las negociaciones en octubre.
Parte de esta inversión se usaría para financiar la construcción de una planta de chips de memoria, otra gran parte para la compra de las instalaciones de Powertech Technology en suelo chino (empresa taiwanesa) y el resto se usaría para algunos intermediarios en la industria del silicio.
El directo de Tsinghua Unigroup, Zhao Weiguo, dijo recientemente en Taipei que su grupo se centra actualmente en el desarrollo de las memorias NAND flash, algo que quedaba patente con la visita reciente a las instalaciones de Phison Electronics, fabricante de controladoras para dichas memorias. Con ello saltan los rumores de la posible compra de la compañía, lo que podría cerrar el círculo para fabricar sus propias unidades de almacenamiento sin necesidad de recurrir a terceros.
En resumidas cuentas, China pretende reducir su dependencia respecto a otros países en lo que a chips se refiere para su propio consumo, aunque ya sabemos que al final todo lo que fabrican acaba cruzando sus fronteras, algo muy patente en los teléfono móviles en la actualidad.