Review: Ozone Blast 4HX

Ozone Blast 4HX

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Una vez extraemos los Ozone Blast 4HX de sus protecciones, nos encontramos ante unos auriculares de peso medio (345 gramos) con un diseño gaming muy agresivo combinando los colores negros y rojos típicos de la marca. Están fabricados en plástico a excepción de la diadema metálica que les aporta una gran robustez.

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Su diseño desde el lateral es algo estrambótico, aunque simétrico a excepción del micrófono abatible situado en la cúpula izquierda.

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La diadema flexible está acabada en una capa de símil-piel para un tacto suave y rellena de espuma en la cara interna para reducir la presión sobre la cabeza. Como ya hemos dicho, su interior es metálico, al igual que el mecanismo de cierre y apertura que podemos ver a continuación:

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Además de poder ser reguladas en altura, estas pueden plegarse para ocupar menos espacio al almacenarlos.

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Las almohadillas circumaurales de los altavoces están acabadas en cuero sintético con un diámetro externo de unos en 90 x 70 mm y una cavidad aural de unos 55 x 40 mm, siendo los valores en ambos casos de sus zonas más amplias. Si bien dichas medidas equivalen a una cavidad bastante amplia, su forma hace que esta disminuya de tamaño y aunque intente adaptarse a la oreja seguro que quedaran apoyados sobre estas incluso en las de tamaño medio (supra aurales).

Pasamos al punto quizás más importante de los auriculares, los diafragmas de 44 mm de diámetro, 4 mm más que lo la mayoría de modelos. Estos generan sonido estéreo con una frecuencia de respuesta desde los 20 Hz hasta los 20 kHz, la habitual en la mayoría de modelos, aunque suben la impedancia de los 32 a los 50 ohmios y ofrecen una sensibilidad de 119dB.

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Los Ozone Blast 4HX cuentan con un micrófono abatible omnidireccional con una frecuencia de respuesta de 100 Hz – 100 kHz y de unos 14.5 cm de longitud que parece quedar algo alejado de la boca al bajarlo, aunque podemos flexionarlo un poco.

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De la base de la cúpula izquierda parte el cable engomado de 3 metros de longitud que en primer lugar llega hasta aun controlador que permite regular el volumen y mutear el micrófono, así como controlar el volumen del micrófono en Xbox 360 (conectándolo con el cable mini-jack) y cambiar de modo consola a modo PC.

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Finalmente, este acaba en un conector USB convencional y un conector jack de 3.5 mm que solo nos sirve para dar sonido en consolas junto al adaptador de la siguiente imagen, pues si lo conectamos a un reproductor convencional no tendremos sonido al requerir alimentación USB.

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