Dos SSD a la venta ofrecen una vida útil de 1.000 años

Las unidades en estado sólido (SSD) son a día de hoy un componente prácticamente indispensable para cualquier equipo gracias a su elevada velocidad de lectura/escritura y su bajo tiempo de respuesta respecto a un disco duro, estando al otro lado del ring una durabilidad en entredicho, aunque realmente no existe ningún problema de durabilidad como muchos usuarios han llegado a pensar.

El portal The Tech Report realizó una "misión suicida" con seis SSDs de distintas marcas a los que escribieron, reescribieron y eliminaros bloques de datos de 10 GB de capacidad (aplicaciones, películas) y una carpeta de instalación de Windows 7. Dado que el ciclo de vida de un SSD de mide por los datos que se reescriben en él, estas pruebas se hicieron de forma ininterrumpida hasta que presentara errores.

El primer modelo en morir fue el Kingston HyperX 3K al alcanzar la marca de 728 TB. Fue seguido por el Intel 335 (750 TB), el Samsung 840 EVO (900 TB) y el Corsair Neutron GTX (1.1 Petabyte).

Los únicos modelos en superar la marca de los 2 PT fueron el Samsung 840 Pro y una segunda unidad del Kingston HyperX 3K, los cuales superaron las pruebas con éxito. Si cogemos los datos obtenidos por estos dos SSD, un SSD nos podría durar un milenio antes de que pase a mejor vida.