Review: Corsair Gaming K70 RGB
Corsair Gaming K70 RGB
Extraemos el Corsair Gaming K70 RGB de todo su embalaje y nos encontramos ante un teclado super elegante en el que solo destaca la palabra Gaming en color amarillo sobre el negro. Con unas dimensiones de 438 x 163 x 24 mm (largo, ancho, alto) y un peso de 1.24 kg, se muestra muy robusto gracias a un chasis de aluminio anodizado que cubre toda su superficie, dejando el plástico solo para las teclas y la base.
El esquema de teclas es el tradicional y como vemos en imagen es el modelo español con la “ñ” incluida. Es extraño que las teclas F1-F12 no cuenten con un etiquetado para una segunda función en combinación con la tecla FN, pero disponemos de teclas multimedia dedicadas como podremos ver en las siguientes imágenes.
Disponemos así de dos pequeños botones que permiten cambiar entre los modos definidos de iluminación, por defecto apagado y encendido, y bloquear la tecla Windows. Junto a estas encontramos los 3 LEDs habituales y por ultimo 5 teclas multimedia y una rueda que permite controlar el volumen.
Lo que realmente da genialidad al Corsair Gaming K70 RGB son los interruptores Cherry MX RGB, concretamente los RGB Red en esta unidad. Estos emplean el mismo mecanismo que los tradicionales, pero incorporan un sistema de iluminación para cada tecla de 16.8 millones de colores gracias a combinar 256 niveles para los colores básicos (rojo, verde y azul; Red, Green, Blue). Además, cuentan con tecnología anti-ghosting Full-Key Rollover, es decir, podemos pulsar las 104 teclas mecánicas de forma simultánea y el sistema debe reconocerlas.
En resumen, todas las teclas disponen de un mecanismo Cherry MX Red que es sobre todo ventajoso en juegos debido a su pulsación lineal con un recorrido máximo de 4 mm, pero con una activación a tan solo 2mm. La diferencia con la mayoría de modelos la encontramos en la fuerza que debemos ejecutar sobre la tecla para activarla, 45 G, y la sonoridad media.
Debemos destacar la altura que ganan las teclas en el Corsair Gaming K70 RGB, pues al no contar con una cubierta de plástico queda mucho espacio hasta el chasis de aluminio. Si bien es cierto que esto nos permite una limpieza aún más sencilla, también puede que la suciedad llegue al mecanismo.
En el margen posterior encontramos, además de la salida del cable mallado, un pequeño agujero esconde un botón para resetear el firmware y a su lado encontramos un interruptor que permite elegir configurar el Polling Rate de la conexión USB en 1/2/4/8 ms, aunque una última posición denominada BIOS desactiva ciertas funciones para ofrecer mayor compatibilidad en equipos antiguos.
Desde los laterales se puede ver mejor como el chasis de aluminio queda apoyado sobre una base de plástico que protege la circuitería.
Dicha base dispone de 4 patas alzadoras y 4 remates de goma para mantener firme el teclado sobre la mesa en caso de uno usarlas.
El cable mallado de 1.90 metros esta rematado por dos conectores USB. Si disponemos de conexión USB 3.0 en nuestra placa, solo debemos conectar uno de ellos (el que tiene un icono de un teclado) y dejar el otro libre, mientras que si solo disponemos de USB 2.0 debemos conectar ambos para conseguir potencia suficiente para tanto LED. Se echa por tanto en falta la incorporación de un puerto USB en el propio teclado, pues es de lo más versátil a la hora de conectar pequeños gadgets o unidades de almacenamiento.
Por último, una imagen de como ns quedará el teclado
Corsair Gaming K70 RGB con el
reposamuñecas colocado, el cual ofrece un
tacto super agradable al estar
acolchado.
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