iPhone 5C e iPhone 5S: Reflexión e imágenes de alta resolución
Bien, hoy nos quedamos un poco perplejos al conocer que el iPhone 5 desaparece del mercado siendo sustituido por el iPhone 5C, y que el nuevo buque insignia de Apple, el iPhone 5S, no cuenta con ninguna característica destacable que le haga poder compararse con un terminal de alta gama en Android, incluso plantearse su compra si ya tienes un iPhone 5.
La guinda la pone que el los precios, los cuales comienzan con un iPhone 4S que parte desde los 399 euros, por lo que el iPhone 5C podría tener un precio de partida de 599 euros, mientras que el iPhone 5S lo hará por unos 669 euros, todos ellos haciendo uso del mismo diseño visto en el iPhone 4 allá por el 2010, mientras que ambos terminales anunciados en el día de hoy hacen uso de la misma pantalla Retina Display de 4 pulgadas que pudimos ver el pasado año en el iPhone 5.
Se esperaba mucho de Apple, pero ha vuelto a fallar, ha vuelto a lanzar dos refritos, recordando que el iPhone 5C es un iPhone 5 que ha visto como desaparecía su chasis de aluminio en adición del plástico, ha actualizado su cámara, y ofrece una batería de mayor autonomía, pero aún así haciendo uso de un chasis plástico, su precio es un insulto para alguien que esté acostumbrado a comprar un smartphone por los componentes y materiales que monta, y no por la marca que muestra en su chasis, ya que ninguna marca nos da de comer, por lo que hay que ser un consumidor inteligente.
El iPhone 5S va un poco más allá, con un procesador más potente que otorga una mayor potencia, pero claro, esa potencia no es extrapolable a un smartphone de gama alta Android, ya que todos ellos montan una pantalla de 1920 x 1080 píxeles (vs 1136 x 640 píxeles de los iPhone 5S/5C) cuanto mayor sea la resolución, mayor es la potencia necesaria para mover los polígonos con mayor fluidez, por lo que siempre se pierde rendimiento, Apple ha preferido mantener resoluciones inferiores a las encontradas en un terminal de gama media en Android para conseguir un mayor rendimiento, algo que lógicamente, engaña si extrapolamos datos de rendimiento entre dos smartphones bajo una resolución de pantalla dispar.
Junto al nuevo procesador nos encontramos con una nueva cámara y un sensor de huellas digitales para desbloquear el terminal, pero nada que destaque la atención, que diga "quiero comprarme este terminal", o que no tenga otro teléfono, no ofrece nada exclusivo o característico más allá de iOS 7 que lleva renovado construido en torno a una arquitectura de 64 bits.
Dos productos tecnológicamente no obsoletos, pero si muy caros para los que ofrecen en realidad, lógicamente, un precio agravado por la marca Apple y su manzana mordida, mientras que en otro mundo existe una guerra de precios entre todos los fabricantes de Android, sumado a una Nokia poniéndole empeño con el respaldo de Windows Phone. Apple no ve más allá de su bolsillo, el claro ejemplo es el iPhone 5C "económico" que de económico tiene bien poco, un precio comparable a un smartphone de gama alta con acabado en aluminio en Android, eso sin mencionar mejores especificaciones, pantallas de mayor tamaño/resolución, y aún así, con un chasis más delgado y con dimensiones más comedidas.
A título personal, Apple ha perdido el rumbo, lógicamente no piensa en la competencia, ya que han lanzado dos terminales inferiores a varios smartphones actuales, algo que no sería ningún problema hasta que vemos su precio, pero no es algo que les deba importar siempre y cuando sigan encerrados en su propio mundo "premium" y sus seguidores le agradezcan reciclar una y otra vez los componentes mientras que los precios no bajan (eso sin comentar la ausencia de novedades destacables desde el 2010).
El día en el que sus propios fanáticos le den la espalda, estaremos seguro de que Apple se replanteará un nuevo rumbo creando un teléfono para todas las masas y no para unos pocos, siempre y cuando no sea tarde.
