Review: Corsair Vengeance K90
La familia de periféricos Vengeance de Corsair es sinónimo de calidad de materiales y diseño, algo que nos quedará muy patente después de analizar el teclado gamer Corsair Vengeance K90. Para garantizar la mejor sensibilidad en la pulsación de las teclas, hace uso de interruptores mecánicos Cherry MX Red, muy apreciados por los jugadores profesionales. Incluye además 18 teclas G personalizables y 3 perfiles, haciendo un total de 54 funciones programables distintas. Cada interruptor incorpora un diodo individual para evitar las pulsaciones nulas y poder detectar de forma simultanea la pulsación de hasta 20 teclas con un tiempo de respuesta inferior a 1 ms.
Los materiales de fabricación no se quedan atrás ya que dispone de una superficie de aluminio cepillado que a su vez hace de sólido y robusto chasis. Sobre este encontramos 90 teclas retro-iluminadas grabadas con láser para garantizar que no se desgasten con el tiempo.
Para finalizar, dispone de un reposamuñecas de tacto suave y un puerto USB extra en el que conectar cualquier dispositivo. Incluye además un software de configuración que permite crear hasta 50 perfiles que se almacenaran en sus 36 kb de memoria interna para ser accesibles desde cualquier equipo.
Embalaje
Encontramos el teclado Corsair Vengeance K90 en una larga caja de cartón con una ventana transparente en el lado izquierdo que permite ver las teclas G y parte del teclado alfabético.
En el anverso y los laterales encontramos sus características técnicas en varios idiomas, español incluido.
En el interior de la caja, el teclado viene protegido por una cubierta de plástico transparente y un recubrimiento de cartón en su lado inferior.
Corsair Vengeance K90
Tras retirar el embalaje, nos encontramos un larguísimo teclado (502 x 163 mm) con un peso y robustez impresionantes gracias a su chasis de aluminio. La primera impresión no es de un teclado gamer, sino de un teclado profesional, aunque esto no debe ser ninguna novedad para los que conocen la calidad de materiales y diseño de los productos Corsair.
El teclado dispone de dos zonas claramente diferenciadas: la principal de aluminio con el formato de un teclado tradicional y la de teclas G configurables con superficie de plástico rugoso negro. El diseño es francamente sobrio, solo entonado por las teclas multimedia y de personalización.
El teclado programable dispone de 18 teclas G en 6 files y 3 columnas. A diferencia del resto, estas no están elevadas con respecto la superficie y como veremos posteriormente disponen de retro-iluminación blanca.
El teclado alfanumérico y F mantiene un diseño tradicional con la salvedad de teclas muy separadas y elevadas medio centímetro aproximadamente sobre la superficie del teclado. Esta última está fabricada en aluminio y forma parte del propio chasis del teclado, teniendo su superficie con un acabado rallado.
Las teclas de dirección y el teclado numérico no presentan ninguna novedad con respecto al diseño del teclado alfanumérico, por lo que pasemos a ver las teclas multimedia y de personalización que podemos encontrar en el margen superior del teclado.
En el lado izquierdo disponemos de 4 teclas que permiten elegir entre los 3 perfiles (M1, M2, M3) y realizar la grabación de una macro (MR) en las teclas G.
En el lado derecho tenemos una tecla para elegir entre los 4 modos de iluminación LED: apagado y 3 niveles de iluminación. A su lado tenemos un botón para desactivar las teclas de Windows y no tener problemas mientras jugamos. Las tres teclas de bloqueo de mayúsculas, del teclado número y de desplazamiento tienen su correspondiente led blanco que se enciende suavemente cuando las activamos.
Por último, en la esquina superior derecha encontramos las teclas multimedia compuestas por Mute, una rueda de volumen con un giro muy suave, Stop, Retroceso, Play/Pause y Siguiente.
En la foto anterior podemos ver la gran elevación de las teclas con respecto a la superficie, un detalle que aporta comodidad y que además permite la perfecta limpieza del teclado al poder extraerlas con gran facilidad.
Como ya introducimos, las teclas usan interruptores Cherry MX Red sobre los que encontramos un diodo LED azul para la retro-iluminación. Estos interruptores están considerados como los mejores del mercado, y por algo son abalados por los jugadores profesionales.
En el lado superior disponemos de un puerto USB al que conectar cualquier dispositivo, ya que es un puente directo a un conector del equipo.
El cable sale del teclado con gran grosor, próximo al centímetro de diámetro. Casi en su final se divide en dos cables que a su vez cuentan un conector chapado en oro para cada uno. Mientras uno da conexión al teclado, el otro ofrece la conexión del puerto USB superior antes mostrado.
La zona inferior del teclado está acabada en plástico negro y cuenta con 4 patas de goma de poca elevación. En la zona superior encontramos dos patas plásticas que proporcionan una elevación de un centímetro extra aproximadamente, quedando elevado un total de 24 mm.
Entre los escasos accesorios encontramos un reposa muñecas que cubra la totalidad del margen inferior del teclado y que ofrece un tacto suave gracias a su superficie engomada.
El resto de accesorios se limitan a una guía de usuario y el certificado de garantía, no ofreciendo siquiera un disco con el software de configuración. Para descargarlo, simplemente debemos ir a la página oficial y en la sección del teclado es fácilmente accesible.
Software
El software permite la configuración de las teclas programables y los 3 perfiles. Permite configurar macros con retardos y repetidas pulsaciones así como opciones de sistema como cortar/pegar o mostrar el escritorio.
También dispone de una segunda pestaña que permite administrar hasta 50 perfiles, con posibilidad de ser almacenados en el teclado para ser usados desde cualquier equipo.
Conexión e Iluminación
Tras conectar el teclado a un puerto USB vemos como se ilumina la retro-iluminación led de las teclas programables, y haciendo uso del botón para cambiar de modo de iluminación disponemos de 3 niveles:
Tanto a oscuras como con buena luz ambiente el nivel más bajo de retro-iluminación es suficiente para un visionado perfecto de las teclas. El nivel más luminoso puede resultar molesto a oscuras, pero ya es una apreciación personal. La iluminación azul de este teclado le da un aspecto genial, difícilmente desagradable para algún usuario ya que permite desde un nivel suave a uno electrizante.
Como podemos comprobar, sobre cada tecla se sitúa un LED individual que proyecta la luz a su alrededor pero sobre todo hacia arriba.
Pruebas
Tras horas de pruebas, en las que en un principio costo adaptarse a la separación de las teclas, decir que el tacto y sensibilidad ofrecido por los interruptores Cherry MX Red es excepcional. Algunos pueden pensar que un teclado es un teclado y desde el más económico con pulsar una tecla esta aparece en pantalla, pero gracias a las teclas mecánicas se elimina la viscosidad perceptible en teclado de gama baja y se ofrece una pulsación suave y rápida.
La posibilidad de reconocer la pulsación de hasta 20 teclas simultaneas es realmente innecesaria, pero los usuarios más ávidos sí que pueden necesitar más de las 6 pulsaciones simultaneas que teclados de gama inferior ofrecen.
El tiempo de respuesta también es sensiblemente inferior, sobre todo comparado con un teclado inalámbrico que tiene cierto retardo. Esto es algo realmente apreciable, al menos frente al inalámbrico, aunque solo por usuarios con gran soltura en la mecanografía y con necesidades de precisión a la hora de jugar.
Las teclas programables cumplen su función en juegos MMORPG así como en profesionales que requieran de accesos directos a las funciones de los programas usados. Un claro ejemplo sería configurar las herramientas de edición de Photoshop en estas teclas y una vez pasado el trámite de adaptación conseguir gran velocidad en el flujo de trabajo.
Las teclas multimedia requieren retirar la mano de ratón para ser usadas, algo que por lo menos en nuestro carece de sentido. Parece ser más apropiado que sean accesibles con la mano izquierda que siempre reposaremos sobre el teclado y no sobre la derecha que tiene que interactuar con el ratón. Eso sí, el tacto de la rueda para el volumen es genial y muy preciso.
El reposamuñecas permite el apoyo de la mano cómodamente y mantener una posición en los dedos con una gran curvatura. Los que acostumbren a tener los dedos estirados obtendrán un mejor posicionado de estos gracias a las dimensiones que esta ofrece.
Conclusión
El teclado Corsair Vengeance K90 puede ofrecernos la mejora calidad de materiales y las mejores sensaciones en la pulsación de las teclas. Su ergonomía es excelente y aunque parece poco elevado se adapta perfectamente a la posición de las manos gracias a la posición del reposamuñecas.
Lógicamente todas estas prestaciones tienen un alto precio y los usuarios gamers o profesionales que quieran hacerse con este teclado podrán comprarlo desde 109 euros. También podemos encontrar el modelo Vengeance K60 que prescinde de las teclas programables por unos 15-20 euros menos.
La gran pregunta es si realmente la calidad y comodidad tiene este precio, y la respuesta es “depende”. Si buscas lo mejor, no queda más remedio que pagar una cifra que fácilmente duplica la de un producto de alta calidad, pero no de la mejor. Por tanto, si buscas un teclado de calidad y duradero pero te conformas con un buen tacto en las teclas y un diseño cuidado, existen modelos mucho más económicos que igualmente pueden saciar tus necesidades. Resumiendo, la diferencia es palpable (nunca mejor dicho), pero pagaremos un gran sobreprecio por optar a lo mejor.
Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Oro al teclado Corsair Vengeance K90.
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