Review: Arctic Breeze

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Arctic nos presenta su ventilador personal Breeze, un complemento ideal para las horas calurosas junto al ordenador. Este ventilador combina un diseño innovador con un soporte flexible que permite ajustar el ángulo a una posición deseada del ventilador que lo culmina. Dispone de un potenciómetro para configurar sus revoluciones, o el completo apagado, y se alimenta a través de un puerto USB.

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Veamos sus características en la siguiente tabla:

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Embalaje

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Encontramos el Arctic Breeze en una fina caja de cartón que nos muestra el diseño del producto en el frontal. En los laterales y trasera encontramos sus especificaciones así como otras imágenes del ventilador USB.

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Pasamos a abrir el embalaje y encontramos el ventilador solo protegido en su parte superior por un plástico.

Arctic Breeze

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La primera impresión que tenemos al extraer el ventilador Arctic Breeze es de solidez de los materiales y diseño muy cuidado. Su peso de 265 gramos se debe en gran medida al contrapeso de la base, que mantendrá el equilibrio incluso con grandes curvaturas de su soporte flexible. Este soporte utiliza el tradicional diseño metálico flexible de antiguos flexos para culminar en un ventilador con un diseño similar a los molinos de viento que pueblan nuestras carreteras.

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El ventilador de 92 mm y 7 aspas no dispone de protección, aunque su velocidad de giro no es tan elevada como para dañarnos si lo tocamos accidentalmente (o a conciencia para probar).

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Sobre la base encontramos un potenciómetro que permite configurar sus revoluciones o mantenerlo apagado. Su calidad esta patente al ofrecer un giro preciso y aparentemente duradero. Echamos en falta en esta un posible HUB USB que permita la conexión de periféricos, pero tampoco es algo esencial.

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El cable USB tiene una longitud de 1.8 metros, más que suficiente para situarlo en la posición necesaria ya usemos un portátil o un equipo sobremesa. Si bien es cierto, que cada día más objetos cotidianos disponen de un puerto USB, por lo que podemos usarlo junto a una gran variedad de productos o incluso de forma individual mediante un cargador USB de pared.

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Probamos su funcionamiento y nos llevamos la grata sorpresa de que con un nivel de ruido casi inapreciable ofrece un gran flujo de aire que puede abarcar desde nuestro rostro a las manos, siendo perfecto para mantenernos frescos durante las jornadas de calor que ya hemos dejado atrás (o eso parece).

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Conclusión

El ventilador Arctic Breeze es un complemento genial para las horas de calor en las que el sudor hace mella en las manos, o incluso el cuerpo. Sus materiales y diseño son de calidad, por lo que Arctic ofrece un producto duradero, lejos de los que podemos encontrar en tiendas de todo un euro que duran poco tiempo y pueden incluso causar problemas por la mala calidad de su circuitería (mi caso).

Su precio oficial es de 14.90 dólares en la web de Arctic, pero si lo encontramos en tiendas españolas (que no es fácil) su precio será significativamente inferior, incluso por debajo de los 10 euros. En un principio pueden parecer elevados, pero productos similares como el Thermaltake Mobile Fan, cuestan lo mismo y ofrecen un diseño más tosco.

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Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el galardón de oro al proporcionar un muy buen flujo de aire de forma apenas audible.

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