Review: Gigabyte GA-A75M-UD2H

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Desde Gigabyte nos llega la placa base GA-A75M-UD2H con formato Micro-ATX preparada para las APUs AMD con socket FM1, con la posibilidad de conectar hasta 6 dispositivos SATA III 6.0 Gbps y 4 puertos USB 3.0.

Veamos mejor todas sus características en forma de tabla:

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Una vez vistas las especificaciones, veamos qué tecnologías y funcionalidades incluye esta GA-A75M-UD2H:

  • Super4: Las placas Super4 de Gigabyte representan la última gama de placas de sobremesa de siguiente generación para el chipset A75 de AMD, equipadas con un exhaustivo rango de funcionalidades.
  • Ultra Durable 3 Classic: El diseño UD3 implica el uso de 2 onzas de cobre en el PCB consiguiendo mejor disipación del calor en las áreas críticas de la placa base así como menor interferencia electromagnética.
  • SuperSafe: Protección contra fallos con el sistema DualBios, fusibles en los puertos USB y uso de condensadores de estado sólido que garantizan la longevidad del sistema con un mínimo de 50.000 horas de duración.
  • Super Speed: Garantiza el rendimiento del PC, la transferencia de datos y la velocidad de carga de dispositivos.
  • Super Savings: Equipada con los componentes de la mejor calidad que garantizan que tu Pc funcione con los mayores ratios de eficiencia energética.
  • Super Sound: Excelente sonido envolvente 7.1 respaldado con un conversor propietario que consigue una calidad de reproducción con un ratio señal-ruido (SNR) de 108dB.
  • On/Off Charge: Permite cargar tus dispositivos mediante los puertos USB aunque el ordenador este apagado.
  • DualBIOS: Tecnología que recupera la información e la BIOS cuando la BIOS principal falla. Con dos ROM BIOS físicas integradas se permite la recuperación rápida y sin problemas de una BIOS dañada o con fallos debido a virus o a una mala actualización.

En esta ocasión, la placa Gigabyte GA-A75M-UD2H nos llega sin embalaje propio, ya que se trata de un modelo previo al de producción final, por lo que en Gigabyte España aún no disponían de embalaje original en el momento de enviarla. Pasemos pues a ver de cerca la placa base:

Gigabyte GA-A75M-UD2H

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Nos encontramos ante una placa base Micro-ATX que no por ello renuncia a prácticamente todas las posibilidades de una placa de mayor formato. Sus líneas generales son las habituales de la gama media-baja de Gigabyte, aun sin actualizar sus colores a unos más acordes a los tiempos que corren. Veamos con más detalle la placa en una vista superior y otra inferior:

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En la parte superior, comenzamos destacando el socket FM1 para procesadores AMD Series A y E2, más comúnmente denominados APUs por integrar la tarjeta gráfica en el propio procesador. En nuestro caso, hemos instalado un procesador AMD A8-3850 con 4 núcleos y una frecuencia de 2.900 MHz. Como es habitual en las placa Micro-ATX, solo disponemos de un conector de 4 pines para la alimentación del procesador que podemos encontrar a la izquierda del disipador para las fases de alimentación.

A la derecha de socket nos encontramos con los 4 zócalos para memoria DDR3 con doble canal con soporte para memorias de hasta 2400 MHz bajo overclocking y 1866 MHz sin este.

Por último, en el margen derecho, podemos ver el conector de alimentación de 24 pines, un conector paralelo (para los que aun necesiten de estas conexiones), un conector TPM y un conector para el ventilador del sistema.

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Pasamos ahora a la parte inferior de la placa donde encontramos las dos ranuras PCI-Express x16, aunque la inferior solo funciona a x4. Además tenemos una ranura PCI-e x1 y una ranura PCI tradicional. De esta forma, aun siendo una placa Micro-ATX tenemos grandes posibilidades de expansión en todos los formatos posibles.

El chipset dispone de un disipador muy ajustado al hueco posible y, junto a este, encontramos los 5 puertos SATA III 6.0 Gbps disponibles, más que suficientes para casi cualquier usuario.

En el borde inferior nos encontramos con los conectores de audio para el panel frontal, el conector SPDIF de audio digital, un puerto IEEE 1394 (FireWire), dos conectores USB 2.0 para 4 dispositivos, un conector USB 3.0 para dos dispositivos, un conector serie (para los mismos que el puerto paralelo), y los conectores para botones y LEDs frontales.

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Vista desde atrás, podemos comprobar como tenemos más hueco para conectores que para tarjetas de expansión. Veamos los primeros con detalle:

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De izquierda a derecha, encontramos dos puertos USB 2.0 sobre un puerto PS/2 combo que nos permite instalar o un teclado o un ratón. A su lado nos topamos con las cuatro salidas de vídeo más habituales del mercado: D-Sub, DVI, HDMI y DisplayPort que se ven acompañadas por la salidas de audio digital SPDIF. En la siguiente columna encontramos otros dos puertos USB 2.0, el puerto FireWire y el puerto eSATA III. En esta línea conseguimos conectividad para prácticamente cualquier medio de almacenamiento externo. Continuamos para encontrarlos con el puerto Gigabit Ethernet acompañado de los dos conectores USB 3.0 y por último los 6 conectores de audio para un sonido de 7.1 canales y digital.

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La placa base por su lado trasero no presenta grandes rasgos, por lo que pasaremos a probar que tal se desenvuelve esta pequeña.

Pruebas

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Montamos un equipo de pruebas con los siguientes componentes y pasamos a testear la GA-A75M-UD2H:

  • Procesador AMD A8-3850
  • Disipador Noctua NH-L12
  • 4x2 GB DDR3 G.Skill @ 1600 MHz

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Una vez arrancamos el equipo nos llevamos la gran sorpresa de acceder a una BIOS tradicional y no a una moderna UEFI Bios. Hoy en día cualquier placa base debería haber adoptado este sistema, aunque solo sea por puro marketing y por no ver la configuración de fondo azul y letras amarillas del siglo pasado. Lógicamente, su funcionalidad es igual que la de las nuevas UEFI BIOS, por lo que no habrá problemas para configurar sus parámetros básicos.

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Usamos CPU-Z y GPU-Z para enumerar las especificaciones del procesador y la gráfica integrada en este. Disponemos de un procesador AMD A8-3850 de 4 núcleos a una frecuencia de 2.900 MHz que incorpora una gráfica Radeon HD 6550D funcionando a 600 MHz. ¿Será esto suficiente para jugar? Lo comprobaremos en breve.

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En primer lugar realizamos la prueba de memorias y cache de Aida64 en la que encontramos un rendimiento muy inferior al esperado debido a que la memoria es detectada en BIOS a 1333 MHz sin posibilidad de cambiarla a 1600 MHz sin aumentar el voltaje de esta o el FSB.

Para las tareas de overclock, Gigabyte tiene disponible su software Easy Tune 6 que desde Windows nos permite configurar los principales parámetros:

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El problema de este software es que al realizar grandes variaciones de los parámetros el sistema a veces se vuelve inestable, por lo que optamos por realizar el overclock desde BIOS y comprobar luego los resultados en Easy Tune:

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Podemos ver que bajando el multiplicador a x27 e incrementando el FSB a 120 MHz obtenemos un total de 3244 MHz y las memorias ajustadas a 800 MHz reales (1600 MHz efectivos). Para ello hemos necesitado llegar a los 1.512V, una cifra demasiado alta, aunque necesaria para mantener la estabilidad.

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Probamos de nuevo el test de memoria y cache de Aida64 y obtenemos unos valores algo más elevados, pero seguimos a una distancia abismal frente a los obtenidos usando la plataforma Sandy Bridge de Intel. Podemos comprobar comparando con el siguiente test realizado en la placa base Gigabyte Z77MX-D3H TH que el rendimiento de las memorias es casi el doble configuradas a la misma frecuencia. Lógicamente el controlador de memoria de la plataforma “Llano” no ofrece el mismo rendimiento que el Z77 ofrecido por la placa rival para Intel, aunque tampoco compiten en precio ni prestaciones.

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A continuación analizamos el rendimiento en el software SuperPi y wPrime:

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Podemos comprobar como el rendimiento ofrecido por la Gigabyte A75M-UD2H es muy inferior al de la plataforma Intel también en este caso, pero lógicamente compararla con una plataforma que tripica su precio no es la mejor opción, pero la única que podemos ofrecer de momento.

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Sus temperaturas se han mostrado muy contenida a lo largo de todos los test realizados, establecidas en 35ºC tras pasar los distintos test y unos minutos del test de estabilidad de Aida64.

Veamos ahora su rendimiento en los test sintéticos 3DMark 11 Performance y Unigine Heaven 3.0 en su configuración por defecto (1920 x 1080, DirectX11, Shaders High, Anisotropy 4x, y el resto desactivado). Para ello hemos realizado también pruebas añadiendo una tarjeta gráfica dedicada GeForce GTX 560 OC y comparándola con esta y un MSI R7770 PE bajo la plataforma Z68 y un Intel i5-2500K a velocidad de stock.

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En 3DMark 11 conseguimos una  puntuación de P3040, nada despreciable para una gráfica integrada. Al instalar una gráfica dedicada vemos como la puntuación de P4057 es similar a la obtenida bajo la plataforma Z68 y un procesador más potente (P4135).

Las pruebas en Unigine Heaven 3.0 muestran una variación mayor ya que otorga tan solo 287 puntos a la configuración de solo APU, mientras que con la gráfica dedicada obtenemos un rendimiento similar al de esta misma en una placa Z68.

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Pasamos ahora a analizar el desempeño en juegos de esta plataforma A-Series. Hemos configurado todos ellos a una resolución de 1920 x 1080 con todos los filtros y parámetros al máximo, dejando el Anti-Aliasing en 8xMM en ambos Dirt. Podemos comprobar claramente que el rendimiento de esta APU en juegos exigentes con los gráficos es realmente bajo comparado con una gráfica dedicada de gama media como la GTX 560 o HD7770. Al instalar la gráfica GTX 560 y comparar con los resultados obtenidos junto a un i5-2500K vemos como siempre obtenemos un rendimiento algo menor de entre 1 y 9 fps, pero es algo lógico por la diferencia de precio de ambos procesadores.

Hemos probado también cómo se comporta con juegos menos exigentes, comprobando que con Call of Duty: Modern Warfare 3 es capaz de ofrecer 30.2 FPS en una configuración Full HD y con los filtros al máximo y 70.9 FPS si configuramos los filtros en nivel “medio” y mantenemos la resolución.

Llegamos a la conclusión de que lo máximo que podemos exigir a una APU sin instalar una gráfica dedicada es jugar a juegos actuales con una configuración gráfica de nivel medio, pero nunca más allá. Lógicamente se trata de una opción más recomendada para PCs que no vayan a ser usados para juegos, o para los más sencillos solamente, ya que un sistema conformado por esta placa, dicha APU acompañada del resto del hardware puede fijarse en unos nada despreciables 350-400 euros.

Conclusión

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La placa Gigabyte GA-A75M-UD2H es una completísima placa micro-ATX para aquellos que deseen un equipo de prestaciones medias para y aunque es capaz de albergar gráficas de gran potencia, no es la plataforma más indicada para ello. Para los usuarios que buscan un equipo capaz de reproducir contenidos multimedia en alta definición y no ser usado por juegos exigentes, claramente las APUs de AMD junto con una placa como esta es una grandísima opción, pero como hemos explicado antes no podemos exigirle rendimiento en juegos. Podemos encontrarla a la venta por unos 78 euros, precio ajustado a las grandes posibilidades de expansión y conectividad que ofrece.

Desde El Chapuzas Informático le otorgamos el galardón de oro por ofrecer en formato Micro-ATX una gran capacidad de expansión para un socket que permite configurar un equipo de medias prestaciones a un precio económico.

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